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La Revolución Rusa de 1917 marcó el fin del zarismo y el inicio del primer Estado socialista. Desencadenada por la desigualdad y la crisis, culminó con la toma de poder bolchevique. Figuras como Lenin y Trotski fueron cruciales en este cambio histórico, que tuvo profundas repercusiones sociales y geopolíticas.
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La Revolución Rusa fue un conjunto de eventos revolucionarios que tuvieron lugar en 1917 y desmantelaron el régimen zarista
Evolución en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)
La Revolución Rusa estableció un gobierno socialista que eventualmente evolucionó en la URSS en 1922
La Revolución Rusa no solo reconfiguró la estructura política y social de Rusia, sino que también influyó profundamente en la dinámica geopolítica del siglo XX
El Imperio ruso previo a la revolución estaba marcado por una rigurosa autocracia encabezada por el zar Nicolás II y una marcada desigualdad social
La humillante derrota en la guerra ruso-japonesa y la masacre del Domingo Sangriento en 1905 agudizaron el descontento social
La participación catastrófica en la Primera Guerra Mundial, la crisis económica resultante y la corrupción gubernamental fueron factores determinantes que desencadenaron la revolución
La Revolución de Febrero de 1917 estalló con manifestaciones y huelgas en Petrogrado, exacerbadas por la escasez de alimentos y el descontento generalizado con la guerra
Tras la abdicación del zar Nicolás II, se formó un gobierno provisional integrado por liberales y socialistas moderados
La incapacidad del gobierno provisional para satisfacer las demandas de reforma y el desgaste continuo debido al conflicto armado minaron su legitimidad, preparando el terreno para la segunda fase de la revolución
La Revolución de Octubre fue el resultado de un golpe de Estado orquestado por los bolcheviques, quienes capitalizaron la debilidad del gobierno provisional y su propia influencia creciente en los soviets
El 7 de noviembre de 1917, los bolcheviques tomaron el control de puntos estratégicos y el Palacio de Invierno, asegurando su dominio durante el II Congreso de los Soviets
A pesar de las elecciones para la Asamblea Constituyente, Lenin y su partido se negaron a compartir el poder y disolvieron la Asamblea, instaurando un régimen unipartidista