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El agua es vital para la existencia y el desarrollo de la vida en la Tierra, cubriendo el 70% de su superficie y participando en un ciclo hidrológico que asegura su disponibilidad. Los ecosistemas, como humedales y bosques, son fundamentales en la purificación y gestión del agua, filtrando contaminantes y recargando acuíferos. La conservación de estos ecosistemas es clave para la sostenibilidad del agua y la resiliencia ante el cambio climático.
Las aguas continentales, como ríos y lagos, representan solo un 2,5% del total de agua en la Tierra y son en su mayoría dulces
Las aguas marinas, que constituyen el 97,5% del total de agua en la Tierra, son saladas
El ciclo hidrológico es un proceso vital que recicla el agua en la Tierra a través de etapas como la evaporación, condensación, precipitación y escorrentía
Los ecosistemas, como los humedales y los bosques, juegan un papel crucial en la purificación del agua al filtrar contaminantes y almacenar agua durante inundaciones
Los ecosistemas, como los bosques, ayudan a mantener el flujo de ríos y arroyos al capturar y filtrar la precipitación a través del suelo
La biodiversidad en los ecosistemas es esencial para mantener el equilibrio ecológico y la resiliencia frente a los cambios climáticos