Los anestésicos como propofol, etomidato, ketamina, dexmedetomidina, midazolam y diazepam son esenciales en la medicina moderna. Proporcionan sedación, estabilidad cardiovascular y analgesia durante procedimientos quirúrgicos y diagnósticos. Los relajantes musculares y los opioides complementan la anestesia facilitando la intubación y el manejo del dolor. Es crucial conocer sus efectos, dosificación y precauciones para optimizar la atención al paciente y minimizar los riesgos.
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El propofol se utiliza ampliamente para la inducción y mantenimiento de la anestesia general y para la sedación en procedimientos menores
Potenciación del ácido gamma-aminobutírico (GABA)
El propofol actúa potenciando la actividad del GABA en el sistema nervioso central, lo que produce un efecto sedante
Propiedades adicionales
Además de su efecto sedante, el propofol también tiene propiedades antieméticas y puede reducir el prurito asociado con el uso de opiáceos
El propofol se caracteriza por una rápida distribución y eliminación, lo que lo hace preferible en situaciones que requieren una rápida recuperación de la conciencia y la función cognitiva
El etomidato es una opción preferente para la inducción de la intubación orotraqueal en pacientes con riesgo de inestabilidad hemodinámica debido a su estabilidad cardiovascular
Potenciación del receptor GABA
Al igual que el propofol, el etomidato actúa potenciando el receptor GABA en el sistema nervioso central
Inhibición de la síntesis de cortisol y aldosterona
A diferencia del propofol, el etomidato también puede inhibir la síntesis de cortisol y aldosterona, lo que puede resultar en insuficiencia suprarrenal transitoria
Debido a su efecto sobre la síntesis de cortisol y aldosterona, se debe considerar la administración de esteroides como la hidrocortisona para mitigar este efecto
La ketamina bloquea los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA) y modula los sistemas opioides y catecolaminérgicos
Preservación de la función respiratoria y los reflejos de la vía aérea
A diferencia de otros anestésicos, la ketamina preserva la función respiratoria y los reflejos de la vía aérea, lo que la hace valiosa en situaciones de emergencia y en pacientes con patologías respiratorias
Efectos secundarios
Sin embargo, la ketamina puede elevar la presión intracraneal y la presión intraocular, lo que limita su uso en pacientes con lesiones cerebrales o glaucoma
Los efectos psicomiméticos de la ketamina, como alucinaciones y disforia, pueden ser atenuados con la administración concomitante de benzodiacepinas como el midazolam
La dexmedetomidina actúa como agonista selectivo de los receptores alfa2-adrenérgicos, proporcionando sedación, efectos analgésicos y ansiolíticos
La dexmedetomidina es especialmente útil en la UCI para sedación de pacientes intubados y durante procedimientos diagnósticos o terapéuticos
Sin embargo, su uso puede estar asociado con efectos adversos como hipotensión y bradicardia, lo que requiere un monitoreo cuidadoso y ajustes de dosis según la respuesta del paciente
Tanto el midazolam como el diazepam actúan potenciando el efecto del GABA, proporcionando sedación, ansiolisis y amnesia anterógrada
Midazolam
El midazolam, con su rápido inicio y corta duración de acción, es ideal para procedimientos de corta duración y para la inducción de la anestesia
Diazepam
El diazepam, con una vida media más prolongada, se utiliza en el manejo de la ansiedad, la deprivación alcohólica y las crisis convulsivas
Ambos fármacos pueden causar depresión respiratoria y deben usarse con precaución en pacientes con insuficiencia hepática o renal. Además, se debe estar atento a las reacciones paradójicas, especialmente en niños y ancianos
Los relajantes musculares como la succinilcolina y el rocuronio son fundamentales en la anestesia para facilitar la intubación y proporcionar relajación muscular durante procedimientos quirúrgicos
Succinilcolina
La succinilcolina es un bloqueante neuromuscular despolarizante de acción rápida y corta duración, útil para la intubación de secuencia rápida
Rocuronio
El rocuronio es un bloqueante no despolarizante con un inicio de acción más lento pero con una duración más prolongada
Ambos deben ser utilizados con precaución en pacientes con ciertas condiciones médicas, como insuficiencia renal o hepática