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Las operaciones bancarias de pasivo y activo son esenciales en la gestión financiera, ofreciendo cuentas corrientes, de ahorro, imposiciones a plazo fijo, y préstamos. Los bancos actúan como deudores o prestamistas y proporcionan servicios que facilitan la administración del dinero y la financiación de proyectos personales o empresariales. La comprensión de estos servicios y productos financieros es fundamental para la economía y la toma de decisiones financieras informadas.
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Las cuentas corrientes permiten la gestión cotidiana de dinero con la posibilidad de realizar depósitos y retiros de forma inmediata
Las cuentas de ahorro proporcionan una opción de ahorro con liquidez y seguridad, aunque con una rentabilidad más baja y sin la funcionalidad de emisión de cheques
Las imposiciones a plazo fijo consisten en depositar una cantidad de dinero durante un período acordado, obteniendo una rentabilidad fija y contando con la protección del Fondo de Garantía de Depósitos hasta un límite de 100,000 euros
Los préstamos bancarios implican el préstamo de dinero por parte del banco a sus clientes, quienes se comprometen a devolver el capital junto con los intereses acordados
Las cuentas de crédito ofrecen al cliente un límite de crédito que puede ser utilizado según sus necesidades, con la obligación de reembolsar el capital utilizado y los intereses generados sobre el monto dispuesto
Los servicios bancarios incluyen la gestión de domiciliaciones, realización de transferencias, emisión de medios de pago y la provisión de servicios de banca electrónica
La capitalización simple se aplica en operaciones a corto plazo para calcular los intereses en el contexto financiero
La capitalización compuesta se aplica en operaciones a largo plazo para calcular los intereses en el contexto financiero