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La titularización es una estrategia financiera que convierte activos no líquidos en valores comercializables. Involucra la creación de un patrimonio autónomo, la cesión de activos y la emisión de valores por sociedades especializadas. Este proceso requiere la participación de originadores, estructuradores, agentes colocadores y representantes de tenedores, y se protege con mecanismos de cobertura para asegurar la inversión.
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La titularización permite a las entidades convertir activos ilíquidos en valores negociables en los mercados financieros
Las empresas utilizan la titularización para acceder a capital fresco y mejorar sus condiciones de financiamiento
La titularización permite a las empresas optimizar su estructura de capital al convertir activos ilíquidos en valores negociables
El patrimonio autónomo es un elemento central en la titularización, creado mediante la transferencia de activos por parte del originador
La transferencia de activos debe ser completa y definitiva, tanto en términos legales como contables, para que los activos se segreguen del patrimonio del originador
La creación del patrimonio autónomo se formaliza a través de un contrato de cesión irrevocable o mediante una declaración unilateral de transferencia por parte de la sociedad de titularización
La cesión de activos es un paso crucial en la titularización, donde el originador transfiere la propiedad de los activos al patrimonio autónomo
Los activos sujetos a titularización deben ser homogéneos y de flujos de ingresos predecibles, como préstamos hipotecarios, cuentas por cobrar, entre otros
La cesión de activos debe ser completa y sin reservas, garantizando que el patrimonio autónomo sea una entidad independiente y no esté sujeto a las obligaciones del originador o la sociedad de titularización
La sociedad de titularización actúa como intermediario en el proceso, recibiendo los activos y emitiendo los valores correspondientes a través del patrimonio autónomo
Las sociedades de titularización deben ser compañías anónimas con un propósito exclusivo y están sujetas a regulaciones y fiscalización por parte de la autoridad competente en materia financiera
Las sociedades de titularización tienen la responsabilidad de informar regularmente sobre la gestión del patrimonio autónomo y velar por los intereses de los inversores en el mercado de capitales