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Los verbos en español se clasifican en copulativos y predicativos, con variaciones en tiempo, modo, aspecto y voz. Su correcta conjugación y uso en perífrasis verbales son cruciales para la estructura oracional y la expresión de acciones y estados. La concordancia y las formas no personales también juegan un papel importante en la cohesión del lenguaje.
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Los verbos se destacan por su complejidad morfológica, evidenciada en su conjugación y combinación de morfemas
Verbos copulativos
Los verbos copulativos, como "ser" y "estar", requieren de un atributo para completar su significado
Verbos predicativos
Los verbos predicativos tienen significado completo por sí mismos y se dividen en transitivos e intransitivos
Los morfemas se añaden a la raíz del verbo para modificarlo y los tiempos verbales indican la ubicación temporal de la acción
El aspecto verbal describe la naturaleza temporal de la acción y se divide en imperfectivo y perfectivo
La voz verbal indica la relación entre el sujeto y la acción, siendo activa cuando el sujeto es el agente y pasiva cuando lo recibe
La concordancia entre el verbo y su sujeto en persona y número es esencial para la coherencia sintáctica
Las formas no personales del verbo, como el infinitivo, gerundio y participio, no varían en persona ni número y pueden desempeñar diversas funciones sintácticas en la oración
Las perífrasis verbales son construcciones que combinan un verbo auxiliar con una forma no personal del verbo principal para expresar matices de significado
Perífrasis modales
Las perífrasis modales expresan la actitud del hablante
Perífrasis aspectuales
Las perífrasis aspectuales indican el desarrollo o fase de la acción
El verbo es el núcleo del predicado y puede estructurarse de manera nominal o verbal, además de ser fundamental en la formación de perífrasis y cláusulas subordinadas