El relieve estructural terrestre incluye montañas, mesetas, llanuras, depresiones y valles, cada uno con características únicas. Estas formas se originan por procesos endógenos y exógenos, como la tectónica de placas y la erosión. La comprensión de su formación y evolución es clave para la geología y la predicción de cambios futuros en la corteza terrestre.
Las formas de relieve estructural se originan debido a la estructura interna de las rocas y su disposición geológica, y son esculpidas principalmente por la erosión diferencial
Tradicionalmente, se han clasificado en dos categorías: formas directas o primitivas y formas derivadas, pero esta clasificación se ha ido adaptando hacia un enfoque más descriptivo
Las formas de relieve estructural se pueden clasificar según su origen, composición y procesos geológicos que las han formado, como montañas, mesetas, llanuras, depresiones y valles