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La ética y moral de Hegel, con su enfoque en la Sittlichkeit y Moralität, contrastan con la visión de Kierkegaard sobre la individualidad y la autenticidad. La modernidad enfatiza la autonomía personal y la autenticidad, desafiando las normas sociales y promoviendo una vida ética auto-determinada. El existencialismo, con filósofos como Heidegger y Sartre, profundiza en la importancia de vivir auténticamente, reconociendo la libertad y responsabilidad de nuestras elecciones.
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Las normas éticas inherentes a la estructura de una comunidad o sociedad en la filosofía de Hegel
Crítica a la Moralität kantiana
Hegel critica la Moralität kantiana por su abstracción y la contrapone a la Sittlichkeit
Integración de la Moralität en la Sittlichkeit
Para Hegel, la Moralität solo adquiere significado pleno cuando se integra en la eticidad de la comunidad
Hegel propone una inversión en la comprensión tradicional de la ética y la moral, donde la eticidad es primordial y la moralidad se integra en ella
Kierkegaard argumenta que la filosofía hegeliana subsume al individuo dentro del colectivo, ignorando su singularidad y responsabilidad personal
Kierkegaard enfatiza la importancia de la elección individual y la subjetividad en la construcción de la vida ética
Kierkegaard pone de relieve la necesidad de que el individuo se enfrente a su propia existencia y tome decisiones auténticas
La capacidad de los individuos para gobernar sus propias vidas basándose en sus valores y principios personales
Vivir de acuerdo con la propia identidad y convicciones, buscando la realización personal
La ética moderna valora la individualidad y la autodirección como componentes esenciales de una vida ética bien vivida