Las vitaminas liposolubles, como la A y D, son cruciales para la salud visual, ósea e inmunológica. La vitamina A, presente en alimentos de origen animal y vegetales, es esencial para la visión y la piel, mientras que la vitamina D, obtenida principalmente por exposición solar, es vital para la salud ósea. Ambas pueden ser tóxicas en exceso y su deficiencia conlleva serios problemas de salud, por lo que es importante mantener un equilibrio en su ingesta.
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Las vitaminas liposolubles se almacenan en el cuerpo, principalmente en el hígado y tejido adiposo, permitiendo mantener reservas para cuando la ingesta dietética es insuficiente
El consumo excesivo de vitaminas liposolubles puede ser tóxico y causar problemas de salud graves
Los deportistas y padres deben ser conscientes de que la suplementación excesiva de vitaminas liposolubles no conduce necesariamente a una mejora del rendimiento físico o al crecimiento acelerado en niños, respectivamente, y puede ser perjudicial
La vitamina A es vital para funciones como la visión, la integridad de la piel y las mucosas, y se encuentra en alimentos de origen animal y vegetales
Tanto la deficiencia como el exceso de vitamina A pueden causar problemas de salud, como trastornos en la visión y problemas hepáticos y óseos
Los retinoides, un grupo de compuestos que incluyen la vitamina A, juegan un papel crucial en la regulación de la expresión génica y la síntesis de proteínas, además de tener propiedades anticancerígenas y ser esencial para la visión
La vitamina D es esencial para la regulación del metabolismo del calcio y fósforo, y su deficiencia puede conducir a enfermedades como el raquitismo y la osteoporosis
Además de su papel en la salud ósea, la vitamina D actúa como una hormona, interactuando con su receptor nuclear en diversas células y tejidos
La principal fuente de vitamina D es la exposición solar, pero también puede obtenerse a través de la dieta y suplementos, y su deficiencia puede tener efectos negativos en la salud ósea