La historia del 'El gigante egoísta' de Oscar Wilde nos muestra cómo la compasión y la generosidad pueden transformar un invierno perpetuo en un jardín floreciente. Un gigante construye un muro para excluir a los niños de su jardín, solo para descubrir que su egoísmo trae desolación. La redención llega cuando derriba el muro, permitiendo a los niños entrar y restaurar la belleza y la alegría del lugar. Un acto de bondad hacia un niño pequeño conduce al gigante a una transformación espiritual, culminando en su unión con lo divino.
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El gigante visita a su amigo el ogro de Cornualles
Molesto por la invasión
El gigante se molesta al descubrir a niños jugando en su jardín
Construcción de un muro y letrero
El gigante construye un muro y coloca un letrero para prohibir la entrada de los niños a su jardín
Invierno perpetuo en el jardín
El jardín cae en un invierno perpetuo debido al acto de egoísmo del gigante
Los niños desplazados a la calle
Los niños se ven obligados a jugar en la calle, añorando el jardín que les proporcionaba felicidad
El jardín se encuentra aislado por el muro y el letrero del gigante
La primavera y el verano evitan el jardín debido a la falta de generosidad del gigante
El otoño se abstiene de otorgar sus frutos a un terreno carente de generosidad
El jardín es invadido por el hielo, la nieve, el viento del norte y el granizo, celebrando la ausencia de la primavera y la alegría
El gigante es despertado por la melodía del ruiseñor, indicando la llegada de la primavera
El gigante ve que los niños han entrado al jardín a través de un hueco en el muro
Con la presencia de los niños, la primavera regresa al jardín
Al ver a un niño llorando por no poder alcanzar las ramas del árbol, el gigante siente compasión
El gigante derriba el muro para permitir a los niños el acceso libre al jardín
Con la presencia de los niños, el jardín se convierte en un lugar de regocijo y juego
Aunque el niño que él ayudó no está presente, el gigante encuentra consuelo en la alegría de los otros niños
En sus últimos días, el gigante es bendecido con la visión del niño pequeño
El gigante nota las marcas de estigmas en las manos y los pies del niño
El niño invita al gigante a unirse a él en el Paraíso
El gigante es encontrado sin vida bajo un árbol, rodeado de flores blancas, como un testimonio de su redención final y transformación a través del amor y la bondad