Mapa conceptual y resúmen LA GUERRA DEL PACÍFICO Y SUS CONSECUENCIAS

Orígenes de la Guerra del Pacífico

La Guerra del Pacífico, que se desató en 1879, tuvo sus orígenes en las disputas territoriales y la competencia por recursos naturales que siguieron a la independencia de las naciones sudamericanas del dominio español. Las fronteras indeterminadas entre Chile, Bolivia y Perú, en particular, llevaron a conflictos sobre la soberanía de las ricas zonas mineras de Tarapacá y Antofagasta, que contenían valiosos yacimientos de salitre y guano. A pesar de los tratados, como el de límites entre Bolivia y Chile de 1866 y el secreto pacto de alianza defensiva entre Bolivia y Perú de 1873, las tensiones no resueltas finalmente desembocaron en la guerra.

Inicio del Conflicto y Primeras Acciones Militares

La guerra comenzó con la ocupación chilena de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, un puerto boliviano en el que Chile tenía intereses económicos y que había sido gravado con impuestos por Bolivia, violando acuerdos previos. La respuesta de Chile fue rápida y decisiva, y aunque Bolivia invocó su alianza con Perú, las primeras batallas navales se libraron entre Chile y Perú. Un evento significativo fue el combate naval de Iquique el 21 de mayo de 1879, donde el monitor peruano Huáscar hundió la corbeta chilena Esmeralda, aunque la campaña naval resultó en una ventaja estratégica para Chile.

Las Campañas de la Guerra del Pacífico

La guerra se articuló en torno a cuatro campañas militares. La Campaña de Tarapacá (noviembre-diciembre de 1879) resultó en la ocupación chilena de la provincia peruana rica en salitre. La Campaña de Tacna y Arica (febrero-junio de 1880) aseguró el control chileno sobre estos territorios, cortando el acceso al mar de Bolivia. La Campaña de Lima (1880-1881) culminó con la ocupación de la capital peruana en enero de 1881. La Campaña de la Sierra o de la Breña (1881-1883) enfrentó a las guerrillas peruanas contra las fuerzas chilenas, extendiendo la guerra en la resistencia peruana.

Consecuencias y Legado del Conflicto

La Guerra del Pacífico alteró significativamente el equilibrio de poder en Sudamérica. Chile se anexó territorios ricos en recursos, mientras que Bolivia perdió su salida al mar y Perú sufrió la pérdida de provincias y la devastación de su infraestructura. Las secuelas económicas, sociales y políticas fueron profundas y duraderas, y las heridas del conflicto aún resuenan en las relaciones entre los países involucrados. La guerra también es recordada por su innovación en el uso de tecnología militar, como el torpedeo y el bloqueo naval, y por las tácticas de guerra en el desierto y la montaña.

Resistencia Peruana y Guerrillas en los Andes

A pesar de la ocupación de su capital, la resistencia peruana no se rindió. Bajo líderes como Andrés Avelino Cáceres, las guerrillas peruanas continuaron la lucha en la sierra, aprovechando el terreno montañoso para realizar una guerra de desgaste contra las fuerzas chilenas. Esta resistencia prolongó el conflicto y demostró la determinación peruana de defender su territorio, a pesar de las adversidades y la superioridad militar chilena.

El Movimiento de Paz de Miguel Iglesias

En el contexto de la prolongada guerra, el general peruano Miguel Iglesias promovió un movimiento de paz, reconociendo la necesidad de poner fin al conflicto. En 1883, Iglesias asumió la presidencia de un gobierno provisional y buscó la paz con Chile, enfrentando la oposición de los sectores que abogaban por la resistencia. Finalmente, su gobierno firmó el Tratado de Ancón el 20 de octubre de 1883, que estableció la cesión de Tarapacá a Chile y la ocupación temporal de Tacna y Arica, entre otras estipulaciones.

Conclusión de la Guerra y Firma de la Paz

La guerra entre Perú y Chile se extendió hasta la batalla de Huamachuco el 10 de julio de 1883, donde las fuerzas peruanas, lideradas por Cáceres, sufrieron una derrota decisiva. La resistencia en Arequipa se desmoronó tras un motín militar, lo que permitió a Iglesias consolidar su gobierno y firmar la paz con Chile. Aunque Cáceres y otros continuaron resistiendo, la guerra llegó efectivamente a su fin con la firma del Tratado de Ancón, aunque la cuestión de Tacna y Arica no se resolvería hasta 1929 con el Tratado de Lima.