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La revolución del transporte en el siglo XIX y la Segunda Revolución Industrial marcaron un antes y un después en la sociedad y la economía global. Con la invención de la locomotora a vapor y el barco de vapor, se mejoró la eficiencia en la distribución y la movilidad humana. La introducción del acero y la química avanzada impulsaron la industria, mientras que la electricidad y el petróleo renovaron la producción y el transporte. Estos avances dieron paso a la concentración industrial y al surgimiento de nuevas potencias económicas.
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La introducción del ferrocarril y la navegación a vapor transformaron los sistemas de distribución en el siglo XIX
Inventos clave de Richard Trevithick y Robert Fulton
La locomotora a vapor de Richard Trevithick y el barco de vapor de Robert Fulton fueron inventos clave en la revolución del transporte en el siglo XIX
La expansión de las líneas ferroviarias y el desarrollo de la ingeniería civil fueron impulsados por los avances en el transporte en el siglo XIX
La revolución en el transporte en el siglo XIX impulsó la producción de materiales en la industria metalúrgica para satisfacer la demanda
Los avances en el transporte en el siglo XIX permitieron una mayor eficiencia en el transporte de materiales pesados, reduciendo costos y tiempos de entrega
La revolución en el transporte en el siglo XIX también tuvo un impacto en el turismo y en la formación de grandes sociedades de capital necesarias para las inversiones en la industria y la construcción de infraestructuras ferroviarias
La Segunda Revolución Industrial en el siglo XIX introdujo nuevas fuentes de energía como la electricidad y el petróleo
Una vez superados los desafíos en su generación y distribución, la electricidad fue ampliamente adoptada en el alumbrado público, transporte y comunicaciones en el siglo XIX
El desarrollo del motor de combustión interna y de explosión permitió el reemplazo del vapor por el petróleo en el transporte en el siglo XIX
El proceso de Bessemer en la siderurgia permitió la producción de acero de alta calidad a un costo reducido en el siglo XIX
Los avances en la siderurgia en el siglo XIX tuvieron un impacto en la fabricación de maquinaria y motores más eficientes y en la construcción de infraestructuras más robustas
La industria química experimentó un auge en el siglo XIX con la síntesis de nuevos productos como fertilizantes, colorantes, explosivos y medicamentos