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La primera infancia es crucial para el desarrollo físico, cognitivo y socioemocional. Programas de atención temprana, que incluyen salud y nutrición, son esenciales para el crecimiento de los niños y el progreso de una nación. Cambios sociales han modificado el cuidado infantil, reconociendo la importancia de la participación paterna y comunitaria. Leyes y políticas públicas refuerzan la protección de los derechos de los niños, asegurando su bienestar y desarrollo integral.
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Durante la primera infancia se sientan las bases para el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social del ser humano
Beneficios a largo plazo para individuos y sociedad
Las experiencias tempranas tienen un impacto profundo en la trayectoria de vida de los individuos y pueden generar beneficios a largo plazo tanto para ellos como para la sociedad
La inversión en programas de desarrollo infantil temprano es esencial para potenciar el desarrollo humano de una nación
Los niños que acceden a programas de educación temprana tienen más probabilidades de continuar su educación formal
La educación temprana contribuye al desarrollo de habilidades motoras y cognitivas más avanzadas en los niños
La educación temprana también tiene un impacto positivo en el desarrollo de competencias socioemocionales en los niños
Una atención integral durante la primera infancia ofrece una ventana de oportunidad para potenciar el desarrollo humano de una nación
La atención integral en la primera infancia considera una variedad de factores esenciales para una vida plena y saludable, trascendiendo las mediciones tradicionales de bienestar
Una nutrición adecuada y la estimulación temprana son esenciales para el aprendizaje futuro, la salud y el comportamiento a lo largo de la vida de un niño
La creciente participación de la mujer en la fuerza laboral y los cambios en la estructura familiar han alterado las prácticas tradicionales de cuidado infantil
Ante estos cambios, es importante fortalecer los lazos paternos y las redes de apoyo familiar y comunitario para mitigar riesgos como el maltrato y el abandono, que pueden afectar negativamente el desarrollo infantil