La expansión y defensa del Imperio Bizantino bajo Justiniano I marcaron una era de conquistas y retos. Este emperador logró recuperar territorios en Italia, África y la península ibérica, y enfrentó incursiones en los Balcanes. Belisario, su general, jugó un papel crucial en la defensa de Constantinopla. A pesar de los éxitos militares, Justiniano enfrentó desafíos económicos y estratégicos, incluyendo el agotamiento del tesoro imperial y tensiones religiosas tras la muerte de Teodora.
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Justiniano I lideró campañas militares exitosas que resultaron en la recuperación de territorios perdidos en Italia, norte de África y península ibérica
Anarquía en el sur de España tras la desintegración del reino visigodo
Las fuerzas bizantinas lograron asegurar el control sobre el sur de España, que había caído en la anarquía tras la desintegración del reino visigodo
Justiniano I utilizó una combinación de diplomacia, sobornos y construcción de fortificaciones para proteger las fronteras en los Balcanes
Constantinopla enfrentó constantes incursiones de tribus eslavas y búlgaras en los Balcanes
Ante la amenaza de las incursiones bárbaras, Justiniano I llamó a su general Belisario para defender Constantinopla
Belisario utilizó tácticas ingeniosas y una estrategia de defensa que implicaba resistir los ataques directos y lanzar contraataques en los flancos para defender Constantinopla
Belisario fue acusado injustamente de participar en conspiraciones para suceder a Justiniano I en el trono
A pesar de defenderse con elocuencia, Belisario fue condenado por Justiniano I y despojado de sus títulos y confinado a arresto domiciliario
La indignación pública y el reconocimiento de sus logros militares llevaron a Justiniano I a restituir a Belisario sus propiedades y estatus antes de su muerte en 565
La política de expansión de Justiniano I permitió la restauración del Imperio Bizantino a una extensión no vista desde los tiempos de Teodosio I
Justiniano I dejó un legado duradero con su codificación del derecho romano, conocida como el Corpus Juris Civilis
Justiniano I promovió el desarrollo interno del Imperio Bizantino a través de obras arquitectónicas como la reconstrucción de la Hagia Sophia