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La Antigua Roma, desde su fundación en el siglo VIII a.C. hasta su caída en 476 d.C., fue una civilización que marcó la historia. Conocida por su evolución política de monarquía a república y luego a imperio, Roma destacó por su ejército, expansión territorial, y la Pax Romana. La decadencia del Imperio Romano de Occidente marcó el fin de una era y el inicio de la Edad Media.
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La Antigua Roma se originó en el siglo VIII a.C. como una pequeña comunidad agrícola
Siglo V d.C
La Antigua Roma se desarrolló hasta convertirse en un vasto imperio que dominó gran parte de Europa, el norte de África y el Medio Oriente hasta el siglo V d.C
La ubicación estratégica de Roma en el río Tíber y su entorno ideal para la agricultura contribuyeron a su éxito y expansión
Roma comenzó su historia política como una monarquía gobernada por reyes con funciones religiosas, judiciales y militares
509 a.C
La transición a un sistema republicano se produjo en el 509 a.C. después de la expulsión del último rey etrusco
La República Romana se caracterizó por un complejo sistema de gobierno con magistrados electos, un Senado y asambleas populares
Julio César y Augusto
La figura de Julio César y su sobrino-nieto Augusto marcaron el inicio de la transformación de la República en Imperio
Augusto inauguró la Pax Romana, un período de relativa paz y estabilidad que permitió a Roma florecer
Durante el Imperio, se promovió la romanización de los territorios conquistados a través de la extensión de la ciudadanía romana, la estandarización de las leyes y la difusión del latín como lengua franca
El ejército romano fue una de las instituciones más poderosas de la Antigua Roma
Disciplina, organización e innovación táctica
La disciplina, organización e innovación táctica del ejército romano permitieron no solo conquistar nuevos territorios sino también integrarlos y controlarlos eficazmente
La presencia militar en las provincias también facilitó la romanización y el mantenimiento del orden público
El siglo III d.C. marcó el inicio de una serie de crisis que debilitaron al Imperio Romano
395 d.C
La división definitiva del Imperio en dos entidades separadas, Oriente y Occidente, se produjo en el año 395 d.C
El Imperio Romano de Occidente sufrió una progresiva pérdida de territorios y autoridad, culminando con la deposición del último emperador en 476 d.C