La morfología del español revela cómo se estructuran y crean palabras mediante lexemas, morfemas, composición y derivación. Los afijos y acrónimos aportan riqueza al léxico, mientras que los extranjerismos reflejan la adaptabilidad del idioma ante nuevos conceptos.
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Los lexemas y morfemas son los componentes básicos de las palabras que aportan significado y categorías gramaticales
Afijos
Los afijos son unidades más pequeñas de significado gramatical que pueden ser prefijos, sufijos, infijos o circunfijos
Gramemas
Los gramemas son unidades que indican categorías gramaticales como género, número, tiempo, modo y persona
En palabras como "gatos", el lexema es "gat-" y el morfema de número es "-os" que indica plural
La composición es un método que combina dos o más lexemas para formar palabras compuestas
La derivación crea palabras a partir de una base léxica mediante la adición de afijos
La adopción de préstamos lingüísticos de otros idiomas contribuye a la expansión del vocabulario en español
Los acrónimos son palabras formadas por las iniciales de frases o nombres y son útiles en contextos técnicos y administrativos
Las palabras compuestas en español se clasifican según la naturaleza gramatical de sus componentes, como sustantivo + sustantivo, sustantivo + adjetivo, sustantivo + verbo y adjetivo + adjetivo
Algunos ejemplos de palabras compuestas en español son "telaraña", "pelirrojo", "rompecabezas" y "agridulce"
La relación entre la derivación y la palabra base se manifiesta en la ortografía, donde los prefijos, sufijos y otros cambios morfológicos alteran la palabra original
La relación entre la derivación y la palabra base también se manifiesta en la semántica, donde los prefijos, sufijos y otros cambios morfológicos alteran el significado de la palabra original
Algunos ejemplos de palabras derivadas son "bocadillo", "boquera" y "boquiabierto", todas relacionadas con la idea de apertura oral pero con distintas connotaciones y usos