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La isla de La Española, cuna del primer asentamiento europeo en América, experimentó una transformación socioeconómica desde la dominación española hasta la independencia de la República Dominicana. La encomienda, la industria azucarera, la lucha por la soberanía y la modernización económica marcaron su evolución.
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La ciudad de Santo Domingo fue fundada en 1496 por los españoles, convirtiéndose en la primera ciudad permanente del continente americano
Encomienda
La encomienda fue un sistema de explotación que sometió a los taínos a trabajos forzados y enfermedades traídas por los europeos
Trabajo forzado y enfermedades
Los taínos fueron sometidos a trabajos forzados y enfermedades traídas por los europeos, lo que llevó a su drástica disminución
Con la disminución de la extracción de oro, la economía colonial se enfocó en la agricultura de plantación, destacando la producción de azúcar y la importación de esclavos africanos para suplir la mano de obra
Durante los siglos XVI y XVII, la población aborigen de Santo Domingo disminuyó considerablemente debido a la explotación y enfermedades traídas por los europeos
La industria azucarera de Santo Domingo entró en declive debido a la competencia de otras colonias y la falta de inversión
Ante el declive de la industria azucarera, la ganadería y la exportación de cueros se convirtieron en actividades importantes en Santo Domingo, a menudo realizadas al margen de las regulaciones coloniales
En 1801, Toussaint Louverture invadió Santo Domingo, iniciando un breve periodo de dominación francesa
En 1809, la Reconquista española interrumpió la dominación francesa en Santo Domingo
La ocupación haitiana en Santo Domingo entre 1822 y 1844 llevó a la lucha por la independencia y la fundación de la República Dominicana en 1844
En 1861, Pedro Santana reincorporó la República Dominicana al dominio español, buscando estabilidad y apoyo militar
En 1863, la resistencia nacionalista triunfó en la Guerra de la Restauración, restableciendo la soberanía de la República Dominicana
Durante la Segunda República, que se extendió hasta finales del siglo XIX, se fortaleció la identidad nacional y se realizaron esfuerzos por modernizar la economía, aunque sin consolidar una clase burguesa moderna