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Las Normas Internacionales de Contabilidad establecen que los estados financieros deben incluir balance general, estado de resultados y más, con claridad en la presentación de activos y pasivos. La clasificación de estos como corrientes o no corrientes es crucial para entender la posición financiera y la liquidez de una entidad.
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El balance general proporciona información detallada sobre la posición financiera de una entidad
El estado de resultados muestra los ingresos y gastos de una entidad durante un periodo determinado
El estado de otro resultado integral incluye cambios en el patrimonio neto que no se reflejan en el estado de resultados
Las notas explicativas proporcionan información integral y detallada sobre los estados financieros
Las notas explicativas pueden incluir información sobre las partidas presentadas en los estados financieros principales
Las NIIF pueden exigir divulgaciones adicionales que deben considerarse parte integral de los estados financieros
Los estados financieros deben ser fácilmente identificables y distinguibles de otra información en el mismo documento
Las NIIF se aplican únicamente a los estados financieros y no a otros contenidos en informes anuales o documentos regulatorios
Los estados financieros deben contener información destacada como el nombre de la entidad, la fecha de cierre del periodo contable y la moneda en la que se presentan
Aunque el formato de presentación puede variar, debe mantenerse la claridad y comprensión de la información financiera
La presentación de cifras en miles o millones es aceptable siempre y cuando se especifique el nivel de redondeo y no se omita información material
La presentación debe ser flexible y adaptarse a la naturaleza de la entidad y sus transacciones
El estado de situación financiera debe incluir información sobre los activos de propiedad, planta y equipo de la entidad
El estado de situación financiera debe mostrar los activos intangibles de la entidad
El estado de situación financiera debe incluir información sobre los activos y pasivos financieros de la entidad
Las entidades pueden incluir partidas adicionales en el estado de situación financiera para facilitar la comprensión de su posición financiera
La clasificación de activos y pasivos en corrientes y no corrientes debe ser coherente a lo largo del tiempo
Las entidades deben presentar partidas adicionales cuando su tamaño, naturaleza o función sean significativos para entender su posición financiera
Los activos y pasivos deben clasificarse como corrientes o no corrientes en el estado de situación financiera, a menos que una presentación basada en la liquidez proporcione una información más fidedigna
Las entidades deben revelar los montos que se espera recuperar o liquidar más allá de doce meses para cada activo y pasivo
La distinción entre corriente y no corriente es fundamental para evaluar la liquidez y solvencia de la entidad
El ciclo normal de operación es el periodo que transcurre desde la adquisición de activos hasta su conversión en efectivo o equivalentes de efectivo
Los activos y pasivos se clasifican como corrientes si se espera su realización o liquidación dentro del ciclo normal de operación
En ciertas circunstancias, una presentación basada en la liquidez puede ser más esclarecedora, especialmente en el caso de instituciones financieras