El encéfalo, esencial para el procesamiento sensorial y motor, incluye los hemisferios cerebrales, el diencéfalo y el tronco encefálico. Los hemisferios se dividen en lóbulos con funciones específicas como la toma de decisiones y el procesamiento auditivo y visual. El diencéfalo conecta los sistemas nervioso y endocrino, mientras que el tronco encefálico regula funciones vitales y la consciencia.
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Los hemisferios cerebrales son responsables de procesar información sensorial y motora
Los hemisferios cerebrales juegan un papel vital en funciones cognitivas, emocionales, de aprendizaje y memoria
Los hemisferios cerebrales se dividen en cuatro lóbulos: frontal, temporal, occipital y parietal
El diencéfalo es esencial para la integración del sistema nervioso con el sistema endocrino y regula funciones vitales como la homeostasis térmica, el apetito y la sed
El diencéfalo comprende estructuras como el tálamo, el hipotálamo, el epitálamo y el subtálamo
El diencéfalo conecta el sistema nervioso con el sistema endocrino y también está relacionado con el ciclo sueño-vigilia y la respuesta emocional
El tronco encefálico es una estructura vital que une el cerebro con la médula espinal
El mesencéfalo transmite impulsos nerviosos y alberga núcleos importantes como la sustancia negra y los núcleos rojos
La porción descendente del sistema activador reticular ascendente interactúa con el cerebelo y la médula espinal, regulando el tono muscular y la postura
La protuberancia sirve como un puente de conexión entre diversas partes del encéfalo
La protuberancia contiene núcleos y tractos que facilitan la comunicación entre la corteza cerebral y el cerebelo, además de regular la respiración
Los núcleos de la protuberancia están vinculados a varios nervios craneales que gestionan funciones como la masticación, los movimientos oculares, la expresión facial y el mantenimiento del equilibrio