La comunicación efectiva se basa en elementos como la fuente, codificación, canal, decodificación, receptor y retroalimentación. La retroalimentación es crucial para asegurar la comprensión mutua, mientras que el ruido representa una barrera que puede distorsionar el mensaje. La eficiencia y eficacia son vitales para lograr los objetivos comunicativos, y la persuasión depende de la credibilidad de la fuente. El proceso comunicativo es sistémico y contingente, influenciado por factores psicológicos y experiencias personales.
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La fuente es la persona o entidad que inicia el proceso de comunicación
Codificación
La codificación es el proceso de convertir pensamientos e ideas en símbolos comprensibles
La fuente tiene una intención específica al enviar el mensaje
El canal es el medio a través del cual se envía el mensaje
Oral, escrito, visual o digital
Los canales pueden ser orales, escritos, visuales o digitales
La elección del canal adecuado es crucial para una comunicación efectiva
El receptor es la persona o grupo al que se envía el mensaje
Decodificación
La decodificación es el proceso de interpretar y dar sentido a los símbolos recibidos
La retroalimentación del receptor es esencial para evaluar la comprensión del mensaje
La retroalimentación es la respuesta del receptor que completa el proceso de comunicación
Verbal y no verbal
La retroalimentación puede ser verbal o no verbal
La retroalimentación es crucial para mejorar la claridad y comprensión del mensaje