La Planificación Lingüística

Agentes de la Planificación Lingüística

La planificación lingüística puede ser llevada a cabo por una amplia gama de actores, incluyendo gobiernos, instituciones estatales y entidades reguladoras. No obstante, también abarca iniciativas de individuos y comunidades, como las de Eliezer Ben Yehuda en la revitalización del hebreo o la compilación del diccionario de Samuel Johnson en inglés. Estas acciones pueden ser espontáneas y tienen un impacto significativo en la evolución y normalización de las lenguas.

Enfoques de la Planificación Lingüística: Formal y Funcional

La planificación lingüística se enfoca en dos aspectos principales: la planificación formal y la planificación funcional. La primera se refiere a la creación y reforma de elementos lingüísticos, como la invención de términos o la reforma de la ortografía. La segunda se ocupa de la asignación de roles a las lenguas, como su selección para la educación o como idiomas oficiales. Estos dos enfoques son complementarios y pueden influir en la expansión del uso y de los usuarios de una lengua.

Planificación de la Adquisición de la Lengua

Un aspecto crucial de la planificación lingüística es la planificación de la adquisición de la lengua, que implica políticas y estrategias para enseñar y propagar una lengua entre nuevos hablantes. La efectividad de una lengua no solo depende de su funcionalidad, sino también de su accesibilidad y de la calidad de su enseñanza. Aunque la planificación de la adquisición se relaciona con la planificación formal y funcional, puede considerarse una categoría independiente por su enfoque específico en la educación y difusión lingüística.

Interrelación entre los Tipos de Planificación Lingüística

La práctica de la planificación lingüística muestra la interconexión entre sus diferentes tipos. Por ejemplo, la revitalización del hebreo en el Israel moderno implicó tanto la planificación formal, con el desarrollo de un léxico moderno, como la planificación funcional, al establecerlo como lengua de instrucción. Del mismo modo, la creación de la Académie française se considera un esfuerzo de planificación formal para estandarizar el francés, y también un esfuerzo de planificación funcional para promover su uso en dominios antes reservados al latín. Estos casos ilustran cómo los cambios en la estructura y las funciones de una lengua pueden influir y ser influenciados por la cantidad de personas que la utilizan.