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La Nueva España fue un territorio clave del imperio español, con una economía centrada en la minería y una sociedad jerarquizada. Las Reformas Borbónicas y el sincretismo cultural marcaron la época, dejando un legado en arquitectura y literatura con figuras como Sor Juana Inés de la Cruz.
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El Virrey era el representante del monarca y ejercía la autoridad suprema en la región
Reinos y provincias
La estructura territorial inicial de la Nueva España comprendía reinos y provincias
Transformación en sistema de intendencias
Con el tiempo, la estructura territorial se transformó en un sistema de intendencias para optimizar la gestión y el cobro de impuestos
La ascensión de la Casa de Borbón en 1700 trajo consigo una serie de reformas administrativas que centralizaron el poder y reorganizaron el territorio en doce intendencias en 1786
La economía de la Nueva España giraba en torno a la minería, con la plata y el oro como principales productos de exportación
La Corona Española concedía derechos de explotación a los descubridores de yacimientos, lo que estimuló la formación de una sociedad centrada en la actividad minera
La introducción de cultivos y ganado europeos transformó el paisaje agrícola de la Nueva España
La mano de obra indígena fue regulada a través de sistemas como la encomienda y el repartimiento, que a menudo resultaban en explotación y abusos
La distribución de la tierra en la Nueva España incluía propiedades comunales indígenas, fundos legales, mercedes reales y grandes haciendas
Las órdenes religiosas también acumularon extensas propiedades en la Nueva España
Las reformas borbónicas intentaron poner en producción las tierras ociosas para aumentar la recaudación fiscal
La agricultura y la ganadería se desarrollaron progresivamente en la Nueva España para abastecer a la población y a los centros mineros
El comercio en la Nueva España se dinamizó a través de ferias en ciudades estratégicas y puertos como Veracruz y Acapulco
Las ciudades coloniales se establecieron en función de su proximidad a minas o rutas comerciales
La industria textil se desarrolló en obrajes y los talleres artesanales proliferaron en la Nueva España, especializándose en la producción de bienes con materiales locales y europeos
La sociedad novohispana estaba estratificada en una jerarquía basada en la etnicidad, la riqueza y la cultura
El mestizaje dio origen a un complejo sistema de castas con categorías específicas para las distintas mezclas raciales
La Inquisición mantenía un estricto control sobre la ortodoxia religiosa en la Nueva España
La vida cultural en la Nueva España estaba dominada por la Iglesia y era accesible principalmente a españoles y criollos
La arquitectura de la Nueva España reflejó una fusión de estilos europeos y locales, destacando el barroco en edificaciones religiosas y civiles
Las ciudades mineras en la Nueva España adaptaron su diseño a las necesidades de la industria extractiva
Autores como Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón exploraron y cuestionaron su entorno social en sus obras literarias, dejando un legado que enriquece el patrimonio cultural hispanoamericano