Mapa conceptual y resúmen SISTEMA DIGESTIVO

Estructura y Función del Sistema Digestivo

El sistema digestivo es un conjunto de órganos especializados en la transformación de los alimentos en sustancias absorbibles y utilizables por el cuerpo. Comienza en la boca, donde la masticación y la saliva inician la descomposición de los alimentos, continúa a través del esófago, que transporta el bolo alimenticio al estómago. En el estómago, los alimentos se mezclan con jugos gástricos para su descomposición química. El proceso de absorción de nutrientes ocurre principalmente en el intestino delgado, mientras que el intestino grueso se encarga de reabsorber agua y formar el bolo fecal. Finalmente, los desechos son excretados a través del recto y el ano. La salud del sistema digestivo es esencial para la nutrición adecuada y el bienestar general.

Anomalías Congénitas del Tracto Digestivo

Las anomalías congénitas del tracto digestivo son defectos estructurales presentes desde el nacimiento que pueden afectar cualquier parte del sistema digestivo. Estas incluyen atresias, que son cierres o ausencias de un segmento normal del tubo digestivo; fístulas, que son conexiones anormales entre órganos; y duplicaciones, que son segmentos adicionales del tracto digestivo. Estas malformaciones pueden ser causadas por factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos. El tratamiento suele ser quirúrgico y es vital para la supervivencia y calidad de vida del infante. La detección prenatal y las intervenciones tempranas son fundamentales para un pronóstico favorable.

Enfermedades y Trastornos del Sistema Digestivo

El sistema digestivo puede ser afectado por una variedad de enfermedades y trastornos que comprometen su función. Estos incluyen estenosis, que es el estrechamiento de un segmento del tracto; hernias diafragmáticas, que son protrusiones de órganos abdominales hacia el tórax; onfalocele y gastrosquisis, que son defectos de la pared abdominal permitiendo que los órganos abdominales sobresalgan; y ectopia, que es la presencia de tejido en una localización anormal. Estas condiciones pueden ser congénitas o adquiridas y pueden requerir tratamientos médicos o quirúrgicos. La identificación temprana y el manejo adecuado son clave para evitar complicaciones y asegurar la salud digestiva.

Acalasia: Un Trastorno Específico del Esófago

La acalasia es un trastorno neuromuscular del esófago que impide la relajación adecuada del esfínter esofágico inferior y reduce la peristalsis, dificultando la deglución. Los síntomas incluyen disfagia (dificultad para tragar), dolor torácico y regurgitación de alimentos no digeridos. Puede ser idiopática, relacionada con la pérdida de células nerviosas en la pared esofágica, o secundaria a enfermedades como la enfermedad de Chagas. Los tratamientos buscan aliviar los síntomas y mejorar el paso de alimentos al estómago, e incluyen la dilatación neumática, la miotomía de Heller y, en algunos casos, la inyección de toxina botulínica.

Esofagitis por Reflujo y Hernias Hiatales

La esofagitis por reflujo es una condición inflamatoria del esófago causada por el reflujo del contenido ácido del estómago. Se manifiesta con síntomas como ardor retroesternal, disfagia y regurgitación. El tratamiento principal son los inhibidores de la bomba de protones, que reducen la acidez gástrica. Las hernias hiatales ocurren cuando una porción del estómago se desplaza hacia el tórax a través del hiato esofágico del diafragma, pudiendo causar síntomas similares al reflujo. El manejo puede ser médico o quirúrgico, dependiendo de la severidad y los síntomas asociados.

Patologías Gástricas Comunes

Las patologías gástricas son una causa frecuente de morbilidad e incluyen trastornos inflamatorios y neoplásicos. La gastritis puede ser aguda o crónica y es causada por factores como infecciones (por ejemplo, Helicobacter pylori), uso prolongado de AINEs, o alcohol. La enfermedad ulcerosa péptica es otra condición común que involucra la formación de úlceras en la mucosa gástrica o duodenal. La detección temprana y el manejo adecuado de estas enfermedades son cruciales para prevenir complicaciones como hemorragias o perforaciones y para mejorar la calidad de vida de los pacientes.