El llamado de Abraham por Dios marca un punto de inflexión en la historia bíblica, prometiéndole una gran nación y una descendencia incontable. Este pacto establece una relación única que sienta las bases para futuros acontecimientos en la historia de la salvación. La tierra de Canaán y la bendición a todas las naciones a través de su linaje, que culmina en Jesucristo, son centrales en este legado de fe y obediencia.
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Dios selecciona a Abraham para ser parte de su plan de salvación
Abraham deja su tierra natal
Abraham obedece a Dios y deja su tierra natal para seguir su llamado
Abraham deja a su familia
Abraham deja a su familia para seguir el llamado de Dios
Dios promete a Abraham que su descendencia será un ejemplo de fe y obediencia a través de las generaciones
Dios hace una promesa a Abraham de hacer de él una gran nación y bendecirlo
Dios promete a Abraham que su descendencia heredará la tierra de Canaán
Dios le pide a Abraham que explore la tierra como un símbolo de la promesa que le ha hecho
Dios establece un pacto con Abraham
Dios promete a Abraham y a su descendencia la tierra de Canaán
La promesa de Dios a Abraham es incondicional y eterna
Dios promete a Abraham una descendencia incontable como las estrellas del cielo y la arena del mar
La promesa de una descendencia incontable se renueva y amplía a través de la Biblia
La venida de Cristo cumple la promesa de bendición a las naciones hecha a Abraham