La generación de energía hidroeléctrica en España, que representa hasta el 20% del consumo eléctrico, se basa en el uso del agua en movimiento. Esta fuente renovable, junto con otras como la eólica y solar, forma parte del mix energético del país, enfrentando retos como la variabilidad climática y la necesidad de condiciones geográficas específicas. Las centrales térmicas convencionales y nucleares también juegan un papel importante, aunque con impactos ambientales y desafíos de sostenibilidad que deben ser gestionados.
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Las centrales hidroeléctricas utilizan la energía del agua en movimiento para producir electricidad
Acumulación de agua en un embalse
El proceso inicia con la acumulación de agua en un embalse situado a una altura considerable
Conversión de energía potencial en cinética
Al ser liberada, el agua desciende por tuberías o túneles hacia una turbina, convirtiendo su energía potencial en cinética
Funcionamiento de la turbina y el generador
La turbina, al girar, acciona un generador que convierte la energía mecánica en electricidad
La cantidad de energía generada depende de la altura de caída del agua y del caudal que fluye hacia la turbina
La energía hidroeléctrica es apreciada por su naturaleza renovable y su baja emisión de gases de efecto invernadero durante la operación
Requiere de condiciones geográficas específicas, como grandes desniveles y caudales de agua, para ser eficiente
La variabilidad climática puede afectar su producción, lo que representa un desafío para su fiabilidad
Las centrales térmicas convencionales producen electricidad mediante la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo o gas natural
Son capaces de suministrar grandes cantidades de energía y son independientes de las condiciones climáticas, pero son una fuente significativa de emisiones de CO2 y otros contaminantes
En España, las centrales térmicas aportan aproximadamente el 25% de la electricidad, aunque este porcentaje está disminuyendo debido al cierre progresivo de plantas de carbón y al aumento de las energías renovables
Las centrales nucleares generan energía a través de la fisión nuclear, un proceso en el que núcleos de uranio-235 se dividen, liberando una gran cantidad de energía térmica
Son una fuente de energía de baja emisión de carbono, pero plantean desafíos significativos como la gestión de residuos radiactivos, los riesgos de accidentes nucleares y la limitada disponibilidad de uranio
En España, las centrales nucleares contribuyen con alrededor del 20% de la electricidad
Las energías renovables, como la eólica y la solar, están ganando terreno como alternativas sostenibles a los combustibles fósiles
La energía eólica aporta más del 20% de la electricidad en España, mientras que la energía solar fotovoltaica está en expansión
Aunque son limpias y renovables, enfrentan retos como la variabilidad en la producción, la necesidad de almacenamiento y la inversión inicial