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La evolución de la teoría política a través de las ideas de Platón, Aristóteles, San Agustín y Maquiavelo, y su influencia en la estructura de los Estados modernos. Desde la República ideal de Platón hasta la separación de la política y la moral de Maquiavelo, pasando por la política como ciencia de la convivencia de Aristóteles y la relación entre la Iglesia y el Estado en la filosofía de San Agustín, estos pensamientos han moldeado la gobernanza y la organización estatal a lo largo de la historia.
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Platón propuso una estructura social compuesta por gobernantes filósofos, guardianes o guerreros y productores
Platón analizó y cuestionó la timocracia, oligarquía, democracia y tiranía como formas de gobierno que se alejan del ideal platónico
Según Platón, la aristocracia filosófica es la forma de gobierno más justa y equilibrada para una sociedad
Aristóteles consideraba al ser humano como un ser social por naturaleza, impulsado a formar parte de una polis
Para Aristóteles, el gobierno ideal se fundamenta en leyes universales e imparciales que deben ser respetadas por los ciudadanos en pos del bien común
Según Aristóteles, la clase media es la más adecuada para gobernar debido a su posición equidistante entre la riqueza y la pobreza
San Agustín estableció una diferencia entre la ciudad espiritual y la ciudad política, ambas con cierta autonomía pero alineadas con los principios cristianos
San Agustín defendía que el poder espiritual de la Iglesia era superior al poder temporal de los gobernantes civiles, pero ambos debían colaborar para el bienestar de la sociedad cristiana
Según San Agustín, un Estado virtuoso debe alinearse con los principios cristianos y contribuir a la salvación de las almas
Maquiavelo argumentaba que la política y la ética son disciplinas separadas y que la primera tiene sus propias reglas
Según Maquiavelo, el objetivo principal de la política es adquirir y mantener el poder
Maquiavelo sostenía que el gobernante puede recurrir a cualquier medio necesario para garantizar la estabilidad del Estado, incluso si estos medios van en contra de la moral tradicional