El descubrimiento de oro en Brasil en el siglo XVII marcó un hito, generando un auge económico y social con la fiebre del oro en Minas Gerais. La población creció exponencialmente debido a la inmigración y la esclavitud. Ouro Preto, centro de la civilización del oro, reflejaba la riqueza y el esplendor de la época, aunque también evidenciaba el alto costo humano de la minería. El declive de la producción aurífera llevó al descubrimiento de diamantes, pero no evitó la crisis económica y social que desembocaría en la independencia de Brasil.
Show More
Los bandeirantes descubrieron oro aluvial en la región entre la Serra de Mantiqueira y el río São Francisco
A medida que los depósitos superficiales se agotaban, la minería se volvía más desafiante en Brasil
Minas Gerais se estableció como el centro de una fiebre del oro sin precedentes en Brasil, produciendo grandes cantidades de oro en poco tiempo
La población de Brasil se incrementó de trescientos mil habitantes en 1700 a más de tres millones en 1800 debido a la inmigración de portugueses y la importación de esclavos africanos
Minas Gerais emergió como el nuevo centro económico y político de Brasil, relegando a Salvador de Bahía y promoviendo a Río de Janeiro como capital
Ciudades como Ouro Preto florecieron y se convirtieron en imanes para aventureros, artesanos y buscadores de fortuna en la era del oro en Brasil
Ouro Preto se convirtió en ciudad en 1711, durante la era del oro en Brasil
La riqueza minera se manifestaba en el poderío de sus comerciantes y en la construcción de iglesias barrocas en Ouro Preto durante la era del oro en Brasil
Ouro Preto era conocida por su vida licenciosa y la volatilidad de las fortunas durante la era del oro en Brasil
El auge del oro en Brasil se cimentó en la esclavitud de millones de africanos, tratados como mercancías y sometidos a condiciones extremas en las minas
La alta demanda de esclavos en las ciudades mineras impactó negativamente otras industrias y llevó a la Corona a regular su venta para la minería
La esperanza de vida de los esclavos en las ciudades mineras raramente superaba los siete años de labor durante la era del oro en Brasil