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La desnutrición y la obesidad infantil son condiciones opuestas pero igualmente perjudiciales para la salud. La desnutrición varía de leve a grave y afecta el crecimiento y la inmunidad. La obesidad, causada por un desequilibrio calórico, conlleva riesgos de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Ambas requieren intervenciones nutricionales y de estilo de vida para su tratamiento y prevención.
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La desnutrición es una condición médica causada por una ingesta insuficiente de nutrientes y se clasifica en aguda y crónica
Las manifestaciones clínicas varían según la severidad y pueden incluir irritabilidad, pérdida de peso y mayor riesgo de infecciones
El tratamiento varía según la gravedad y puede incluir una dieta balanceada, alta densidad energética y proteica, y manejo hospitalario en casos graves
La clasificación de Gómez utiliza el peso para la edad y es práctica para una evaluación rápida, aunque no considera la estatura ni la respuesta al tratamiento
La clasificación de Waterlow distingue entre desnutrición aguda y crónica y permite una valoración más dinámica de la condición nutricional
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal y se identifica con un IMC de 30 kg/m² o más en adultos y en menores de 19 años, un IMC igual o superior al percentil 95 para su edad y sexo
La obesidad infantil es causada por un desequilibrio calórico crónico y puede derivar en complicaciones de salud a corto y largo plazo, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares
El tratamiento implica cambios en el estilo de vida y la prevención debe enfocarse en fomentar una alimentación equilibrada y actividad física regular desde la infancia