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La Constitución de Cádiz de 1812, conocida como 'La Pepa', es un hito en la historia del derecho español, estableciendo la independencia judicial y la protección de derechos fundamentales. Introdujo garantías procesales, reformas penales y la unificación legislativa, manteniendo fueros especiales. Las constituciones y leyes posteriores, como la de 1870, consolidaron estos avances.
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El Tribunal Supremo de Justicia fue establecido como el órgano máximo del poder judicial en la Constitución de Cádiz de 1812
La Constitución de Cádiz de 1812 estableció la existencia de audiencias y juzgados inferiores como parte de la estructura del poder judicial
La Ley de Organización del Poder Judicial de 1870 fue un avance decisivo en la consolidación del sistema judicial en España, estableciendo las competencias, funciones y estructura de los tribunales y juzgados
La Constitución de Cádiz de 1812 reconoció el derecho de los ciudadanos a optar por la justicia arbitral, donde las partes en conflicto podían elegir a sus propios jueces para resolver sus disputas
La Constitución de Cádiz de 1812 estableció que el alcalde, con el apoyo de dos vecinos de confianza, tenía la función de conciliador para dirimir controversias de forma extrajudicial
La Constitución de Cádiz de 1812 limitó el proceso civil a un máximo de tres instancias judiciales, garantizando así la celeridad y la finalidad de los procesos
La Constitución de Cádiz de 1812 estableció que el proceso penal debía ser público, eliminando prácticas inhumanas como la tortura y otros tipos de coacción
La Constitución de Cádiz de 1812 prohibió la pena de confiscación de bienes y aseguró que las penas no afectaran a los familiares del reo
La Constitución de Cádiz de 1812 garantizó la inviolabilidad del domicilio, excepto en circunstancias legalmente justificadas, protegiendo así la privacidad y seguridad de los individuos
La Constitución de Cádiz de 1812 buscó la unificación del sistema legal y la igualdad de todos ante la ley, estableciendo un fuero común para todos los ciudadanos en materia civil y penal
La Constitución de Cádiz de 1812 reconoció la existencia de fueros especiales para el clero y el ejército, manteniendo así ciertas jurisdicciones privilegiadas
La Constitución de Cádiz de 1812 proyectó la creación de códigos civil, penal y de comercio que fueran uniformes para toda la nación, buscando armonizar la legislación y facilitar la administración de justicia en un contexto de diversidad jurídica