La salud mental global ha avanzado desde el Informe de la OMS 2001, pero enfrenta desafíos como desigualdades y la crisis exacerbada por COVID-19. Los trastornos mentales, que afectan a 1 de cada 8 personas, requieren atención integral y multisectorial para mejorar la resiliencia y el acceso a tratamientos efectivos.
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La conciencia y comprensión sobre la importancia de la salud mental han aumentado globalmente
Muchos países han desarrollado y mejorado políticas y estrategias para abordar la salud mental
Los movimientos en defensa de los derechos de las personas con trastornos mentales han fortalecido su representación y participación en la sociedad
El Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2020 establece objetivos claros para mejorar la salud mental
El plan de acción se enfoca en mejorar el liderazgo, la atención comunitaria, la promoción de la salud mental, la prevención de trastornos y la investigación
A pesar de los esfuerzos, el avance hacia sistemas de salud mental robustos y accesibles ha sido desigual en muchos países
La salud mental se refiere a la capacidad de una persona para establecer relaciones, funcionar eficazmente y prosperar en la vida cotidiana
La salud mental está influenciada por aspectos individuales, familiares, comunitarios y estructurales
La resiliencia y factores protectores, como habilidades sociales y emocionales, son fundamentales para fomentar la salud mental
Los desafíos a la salud mental abarcan desde desigualdades sociales y económicas hasta conflictos, violencia y emergencias de salud pública
La pandemia de COVID-19 ha intensificado la crisis de salud mental a nivel mundial, provocando un aumento en los trastornos de ansiedad y depresión
La pandemia ha subrayado la necesidad de fortalecer los sistemas de atención y apoyo en la salud mental