El Positivismo y el Pragmatismo: Corrientes Filosóficas del Siglo XIX
El siglo XIX vio el surgimiento de importantes corrientes filosóficas, entre ellas el positivismo, fundado por Auguste Comte en Francia, y el pragmatismo, desarrollado por Charles Sanders Peirce en Estados Unidos. El positivismo abogaba por un conocimiento científico basado en la observación y la experimentación como la única forma legítima de conocimiento, promoviendo una visión del mundo regida por leyes naturales y causales. El pragmatismo, por otro lado, consideraba que la verdad es lo que demuestra ser útil y efectivo, poniendo énfasis en el conocimiento como una herramienta para la resolución de problemas y destacando su carácter evolutivo y adaptable. Ambas corrientes enfatizaban la importancia de la ciencia y el método científico, aunque divergían en su concepción del conocimiento y su interpretación de la realidad.Influencia del Positivismo y el Pragmatismo en la Literatura del Siglo XIX
El positivismo y el pragmatismo ejercieron una notable influencia en la literatura del siglo XIX, dando origen a movimientos como el realismo y el naturalismo. El realismo, influenciado por el positivismo, se dedicó a la representación objetiva de la realidad cotidiana, mientras que el naturalismo, que también se inspiró en el positivismo y el determinismo, se enfocó en cómo los factores hereditarios y ambientales condicionan el comportamiento humano. Estos movimientos literarios se comprometieron con la representación precisa y sin adornos de la realidad, contrastando con el romanticismo previo y sus idealizaciones poéticas.El Realismo Literario: Un Espejo de la Sociedad del Siglo XIX
El realismo literario surgió como una reacción al romanticismo y se caracterizó por su enfoque en la representación objetiva y creíble de la realidad social, el análisis psicológico detallado de los personajes y la contextualización en entornos históricos y sociales específicos. Escritores como Honoré de Balzac, Charles Dickens, Gustave Flaubert, Leo Tolstoy y Émile Zola utilizaron sus obras para retratar la complejidad de la sociedad contemporánea, a menudo con una mirada crítica hacia las desigualdades y las injusticias sociales. El realismo reflejó los cambios sociales y económicos de la Revolución Industrial y el ascenso de la clase media, ofreciendo una visión penetrante y a menudo crítica de su tiempo."Marianela" de Benito Pérez Galdós: Un Ejemplo del Realismo en la Literatura
"Marianela", de Benito Pérez Galdós, es una obra emblemática del realismo literario español. La novela ofrece una representación detallada y realista del entorno minero de Socartes, sumergiendo al lector en la vida del protagonista, Pablo Penáguilas, y presentando un ambiente laboral áspero y peligroso que moldea su personalidad melancólica y aislada. La narrativa aborda temas esenciales del realismo, como la representación auténtica de la realidad, la crítica social y el análisis psicológico de los personajes, demostrando la capacidad de la literatura para combinar la objetividad con un interés profundo por los aspectos sociales y psicológicos de la experiencia humana.