Elementos Fundamentales de la Comunicación en Textos

Los elementos fundamentales de la comunicación en textos incluyen el emisor, receptor, canal, código y contexto. Se clasifican según criterios como intención comunicativa y modalidad discursiva, abarcando tipos como informativos, persuasivos y expositivos. La exposición se destaca por su estructura lógica y uso de lenguaje formal y preciso, esencial en la educación y transmisión de conocimientos.

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Elementos Fundamentales de la Comunicación en Textos

En la comunicación escrita, cada texto representa un acto comunicativo único que involucra elementos esenciales como el emisor (quien produce el mensaje), el receptor (destinatario del mensaje), el canal (medio por el cual se transmite el mensaje), el código (sistema de signos utilizado) y el contexto (situación que rodea la comunicación). Estos componentes interactúan para dar forma a las características distintivas de un texto, lo que permite su diferenciación de otros mensajes. Aunque cada texto es singular, es posible discernir patrones comunes en el uso de técnicas expresivas y recursos lingüísticos que facilitan su clasificación en categorías generales. No obstante, las clasificaciones son flexibles, y es habitual que los textos presenten una combinación de características pertenecientes a diferentes tipos.

Dos personas conversando en un banco de parque con una bocina roja sobre una mesa, rodeados de vegetación y un cielo azul parcialmente nublado.

Criterios de Clasificación de Textos

Los textos se pueden clasificar de acuerdo con una variedad de criterios, que abarcan desde el código utilizado (textos verbales y no verbales) hasta la intención comunicativa del emisor (textos informativos, explicativos, persuasivos, prescriptivos y estéticos). También se considera la modalidad discursiva (textos expositivos, argumentativos, descriptivos, narrativos y dialogados) y el campo temático (textos científico-técnicos, humanísticos, periodísticos, publicitarios y de ficción literaria). Adicionalmente, se toman en cuenta aspectos comunicativos como las características del emisor y del receptor, y el enfoque dado al texto, así como criterios estructurales que comprenden los formatos de expresión y los géneros literarios y periodísticos.

Tipos Textuales y Modalidades Discursivas

Las modalidades discursivas, también conocidas como tipos textuales, se refieren a las distintas maneras en que se organiza el contenido de un texto según la finalidad del emisor y su enfoque sobre la información que desea comunicar. Estas modalidades incluyen la narración, la descripción, la exposición, la argumentación y el diálogo. Es común que un texto integre varias de estas modalidades en secuencias textuales, como ocurre en una obra literaria que puede entrelazar narración, descripción y diálogo. La predominancia de una modalidad sobre las demás es lo que define el tipo predominante de texto.

La Exposición como Modalidad Discursiva Fundamental

La exposición es una modalidad discursiva que se caracteriza por presentar información sobre un tema de manera organizada y accesible, con el propósito de que el receptor la comprenda sin dificultades. Este tipo de discurso exige un conocimiento detallado del tema y una estructuración lógica de las ideas. Es esencial en la transmisión de conocimientos y se emplea extensamente en contextos educativos. Los textos expositivos pueden ser de carácter divulgativo, orientados a un público amplio, o especializados, dirigidos a un público con conocimientos previos en la materia.

Características Pragmáticas de los Textos Expositivos

Los textos expositivos se distinguen por su función representativa o referencial, centrada en el tema y en la aparente objetividad del autor. La claridad y la precisión son aspectos fundamentales, así como la tendencia a la exactitud tanto en el contenido como en la forma de presentarlo. El carácter divulgativo o especializado de un texto expositivo se define por el perfil del receptor y por la intención educativa del autor, buscando siempre adaptar la complejidad y profundidad del contenido a las necesidades y conocimientos previos del lector.

Estructura y Organización en la Exposición

Una estructura clara y cohesiva es vital en los textos expositivos, que deben seguir una secuencia temática lógica y ordenada. La estructura convencional de estos textos se compone de una introducción, un desarrollo y una conclusión. Pueden adoptar un enfoque deductivo, que parte de una idea general para llegar a detalles específicos, o inductivo, que va de ejemplos particulares a conclusiones generales. Diversos procedimientos expositivos, como definiciones, clasificaciones, ejemplificaciones y comparaciones, contribuyen a la organización lógica y a la comprensión del contenido.

Uso del Lenguaje en la Exposición

En la exposición, el lenguaje empleado es formal y preciso, predominando el uso del presente de indicativo y de adjetivos que aportan claridad descriptiva. Los sustantivos suelen ser de naturaleza abstracta, reflejando la conceptualización de los temas abordados. La sintaxis favorece las oraciones enunciativas y las construcciones nominales, minimizando la subjetividad a través del uso de formas impersonales y pasivas reflejas. El vocabulario es denotativo y específico, con la inclusión de tecnicismos que, en el caso de textos divulgativos, se explican para asegurar la comprensión de un público más amplio.

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