El metano y el CO2 son gases de efecto invernadero clave en el equilibrio climático. La oxidación del metano y la formación de turba afectan el ciclo del carbono, mientras que la combustión de combustibles fósiles y la formación de calizas tienen un impacto significativo en las concentraciones atmosféricas de CO2. Estos procesos están intrínsecamente relacionados con el calentamiento global y las temperaturas terrestres, evidenciando la importancia de entender y mitigar el cambio climático.
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La radiación ultravioleta del sol contribuye a la formación de radicales ∙OH, que oxidan el metano en CO2 y H2O
Formación de radicales ∙OH
La radiación ultravioleta del sol contribuye a la formación de radicales ∙OH, que son los principales agentes oxidantes en la atmósfera
Acción de los radicales ∙OH en la oxidación del metano
Los radicales ∙OH oxidan el metano en CO2 y H2O, contribuyendo al ciclo del carbono y regulando la concentración de gases de efecto invernadero
La reacción de oxidación del metano tiene una duración media de aproximadamente 12 años, lo que influye en el clima terrestre a largo plazo
La turba se forma en ambientes húmedos y pobres en oxígeno, donde la descomposición de la materia orgánica es lenta
Los humedales son ambientes propicios para la formación de turba, ya que tienen condiciones húmedas y pobres en oxígeno
La turba es un importante sumidero de carbono, ya que almacena grandes cantidades de carbono orgánico que de otro modo se liberarían a la atmósfera como CO2
Los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, se forman a partir de la transformación de materia orgánica acumulada en sedimentos a lo largo de millones de años
Bajo condiciones de alta presión y temperatura, y en ausencia de oxígeno, la materia orgánica se convierte en ricos depósitos de carbono, como el carbón, el petróleo y el gas natural
La combustión de combustibles fósiles libera CO2 acumulado durante eones, contribuyendo al cambio climático actual y afectando el ciclo del carbono
Las calizas se forman a partir de la acumulación de restos de organismos marinos calcáreos, como corales y moluscos, en el fondo del océano
Las calizas son una de las principales formas de almacenamiento de carbono a largo plazo en la corteza terrestre, ya que contienen carbono en forma de carbonato
Las calizas, que constituyen aproximadamente el 10% de todas las rocas sedimentarias, son esenciales para la regulación del CO2 atmosférico a lo largo de escalas de tiempo geológicas