Feedback
What do you think about us?
Your name
Your email
Message
La evolución del concepto de emoción ha sido un tema de interés filosófico desde Platón hasta el existencialismo de Heidegger y Sartre. Platón introdujo la idea del alma tripartita, mientras que Aristóteles consideró las emociones como respuestas que incluyen placer o dolor. La Edad Media y Descartes aportaron perspectivas teológicas y dualistas, respectivamente. Spinoza unificó mente y cuerpo en el estudio de las emociones, y Hegel diferenció entre emoción, sentimiento y pasión. Scheler otorgó autonomía a la vida emocional, y los existencialistas vincularon las emociones con la esencia de la existencia humana.
Show More
Platón y Aristóteles desarrollaron una comprensión del alma como tripartita y compuesta por partes racional, irascible y concupiscible
A través de la alegoría del auriga y los caballos, Platón ilustra la lucha entre la razón y los impulsos emocionales e instintivos
Aristóteles reconoce que las emociones están influenciadas por juicios y creencias, lo que implica un componente cognitivo significativo
En la Edad Media, la comprensión de las emociones se enriqueció con interpretaciones filosóficas y teológicas
San Agustín enfatizó la responsabilidad moral en la experiencia emocional, vinculándola con la voluntad humana
René Descartes adoptó un enfoque dualista, identificando seis emociones fundamentales y argumentando que son estados pasivos del alma provocados por interacciones físicas
Baruch Spinoza desafió el dualismo cartesiano al proponer que la mente y el cuerpo son manifestaciones de una misma sustancia
Según Spinoza, las emociones surgen del conatus, el esfuerzo inherente de cada ser por perseverar en su existencia
Spinoza propuso una jerarquía de emociones que reflejan la estructura de la existencia humana, desde las emociones sensoriales básicas hasta los sentimientos espirituales más elevados
Hegel introdujo una diferenciación clave entre emoción, sentimiento y pasión, valorando especialmente esta última como un motor esencial para la realización de grandes obras y la historia misma
Max Scheler desafió la noción de que la vida emocional es secundaria a la intelectual o meramente un subproducto de procesos fisiológicos
Tanto Heidegger como Sartre exploraron la relación entre las emociones y la existencia humana, considerándolas como estados de ser que revelan aspectos fundamentales de nuestra existencia y nuestra conciencia del mundo