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Explorando las filosofías de la felicidad y la ética, desde el epicureísmo y su búsqueda de placeres simples hasta el utilitarismo y la maximización de la felicidad colectiva. Kant introduce la ética deontológica con su imperativo categórico, mientras que Rawls y Nussbaum aportan visiones modernas sobre la justicia y las capacidades humanas, respectivamente, enfatizando la dignidad y el desarrollo personal.
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Los placeres se dividen en naturales y necesarios, naturales pero no necesarios, y no naturales y no necesarios
Cuatro curas
El tetrafarmakón de Epicuro es un conjunto de principios para superar los temores irracionales a la muerte, al dolor, a los dioses y al destino
La ataraxia, un estado de serenidad y ausencia de perturbaciones, es el ideal de vida en el epicureísmo
El utilitarismo propone que la mejor acción es aquella que maximiza la felicidad general
Jeremy Bentham utilizaba una "aritmética de los placeres" para calcular el balance de felicidad versus sufrimiento de una acción
John Stuart Mill diferenciaba entre placeres superiores e inferiores, argumentando que los primeros son más valiosos y contribuyen a una felicidad más profunda
Según Kant, las acciones morales son aquellas realizadas por deber y guiadas por el imperativo categórico
Kant enfatizaba la importancia de tratar a las personas como fines en sí mismos y no como medios para alcanzar un fin
La ética del discurso promueve la creación de normas éticas a través de un proceso de comunicación racional y consenso
Según John Rawls, en la posición original las personas eligen principios de justicia sin conocer su posición en la sociedad, garantizando la imparcialidad
Rawls formuló dos principios de justicia: el primero asegura derechos y libertades básicas para todos, y el segundo permite desigualdades solo si benefician a los menos aventajados
La teoría de las capacidades identifica capacidades fundamentales que cada persona debería poder desarrollar para vivir una vida digna
Nussbaum argumenta que las sociedades deben estructurarse de tal manera que promuevan el desarrollo de estas capacidades básicas
Nussbaum aboga por un diálogo intercultural para evaluar y posiblemente reformar las tradiciones culturales que impiden el florecimiento humano