La farmacología del Sistema Nervioso Autónomo (SNA) y Central (SNC), así como la influencia de medicamentos en los sistemas cardiovascular, digestivo, respiratorio y renal, es fundamental para el tratamiento de diversas patologías. Estos fármacos, que van desde parasimpaticomiméticos hasta diuréticos, juegan un papel crucial en la regulación de funciones vitales y el manejo de enfermedades, siempre bajo estricta supervisión médica para evitar efectos adversos y garantizar la eficacia terapéutica.
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El Sistema Nervioso Autónomo regula las funciones corporales que no son controladas conscientemente
Promueve la conservación de energía
El sistema parasimpático ayuda a ahorrar energía en el cuerpo
Útil en trastornos como el glaucoma y la sequedad bucal
Los fármacos parasimpaticomiméticos son útiles en trastornos como el glaucoma y la sequedad bucal
Prepara al cuerpo para la acción
El sistema simpático prepara al cuerpo para actuar en situaciones de estrés o peligro
Puede tratar el asma o la hipotensión
Los fármacos simpaticomiméticos pueden ser utilizados para tratar el asma o la hipotensión
El Sistema Nervioso Central es responsable de procesar la información en el cuerpo
La modulación farmacológica del Sistema Nervioso Central es esencial en el tratamiento de enfermedades neurológicas y psiquiátricas
Existen diferentes tipos de fármacos que pueden afectar el funcionamiento del Sistema Nervioso Central
El sistema cardiovascular es responsable de transportar sangre y nutrientes por todo el cuerpo
Existen diferentes tipos de fármacos que pueden mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular
La terapia farmacológica para tratar enfermedades cardiovasculares debe ser adaptada a cada paciente y monitoreada para prevenir efectos adversos
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División del SNA
SNA se divide en sistema parasimpático (conservación energía) y simpático (preparación para acción).
01
Función del sistema parasimpático
Promueve la conservación de energía, disminuyendo ritmo cardíaco y aumentando actividad digestiva.
02
Función del sistema simpático
Prepara al cuerpo para la acción, aumentando ritmo cardíaco y dilatando bronquios.
