La Constitución de Cádiz de 1812 marcó un antes y un después en la historia de España, estableciendo la soberanía nacional y la monarquía parlamentaria. Con influencias de Rousseau, Locke y Montesquieu, promovió la igualdad legal, la libertad de prensa y la propiedad privada, además de reformas progresistas que desmantelaron el Antiguo Régimen. Su legado trasciende a pesar de los breves periodos de vigencia, influenciando futuras constituciones y el liberalismo español.
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La Constitución de 1812 surgió durante la resistencia española contra la ocupación de Napoleón
Juntas Provinciales y Junta Suprema Central
Durante la Guerra de la Independencia, se establecieron Juntas Provinciales y una Junta Suprema Central para gobernar en ausencia del monarca legítimo
Cádiz, libre de la ocupación francesa, se convirtió en el lugar donde se gestó la primera constitución de España, en un ambiente dominado por la burguesía comercial y liberal
La Constitución de 1812 se distinguió por su detallada estructura compuesta por 384 artículos
Igualdad legal y protección de la propiedad privada
La Constitución de 1812 enfatizó la igualdad legal y la protección de la propiedad privada como derechos individuales
Libertades de comercio y prensa
También se garantizaron las libertades de comercio y prensa como derechos individuales
La Constitución de 1812 estableció la soberanía nacional y una monarquía limitada con un rey sujeto a la ley
Abolición de señoríos jurisdiccionales y desamortización de bienes
Las reformas incluyeron la abolición de los señoríos jurisdiccionales y la desamortización de bienes municipales y eclesiásticos
Supresión de gremios y corporaciones con privilegios
También se suprimieron los gremios y corporaciones con privilegios
Eliminación de la Inquisición y abolición de la Mesta
Las medidas buscaban desmantelar las estructuras del Antiguo Régimen y promover la modernización económica y social de España
A pesar de su contenido progresista, la Constitución de 1812 tuvo una aplicación limitada debido a la inestabilidad política y la restauración absolutista
La Constitución estuvo en vigor durante tres periodos distintos: desde su promulgación en 1812 hasta su derogación en 1814, durante el Trienio Liberal de 1820 a 1823, y brevemente entre 1836 y 1837
Aunque su influencia directa fue breve, la Constitución de Cádiz sirvió de modelo para otras cartas magnas en Europa y América y estableció las bases del constitucionalismo liberal en España