La Axiología: El Estudio de los Valores

La Naturaleza de los Valores y su Relación con la Realidad

Los valores no tienen existencia autónoma; requieren de un sujeto o un objeto que los encarne para ser apreciados. A diferencia de las cualidades primarias y secundarias que definen la existencia de un objeto, los valores son atributos adicionales que no determinan la existencia pero sí enriquecen la percepción de dicho objeto. Los valores son considerados cualidades sui generis, distintas de las cosas, las experiencias psicológicas y las esencias ideales, y son aquellas propiedades que hacen que ciertos objetos sean apreciados como bienes. Esta distinción es esencial para una comprensión adecuada de los valores y su papel en nuestra percepción del mundo.

El Valor como Cualidad Estructural y su Distinción de los Objetos Ideales

Aunque los valores son cualidades que dependen de objetos reales para su manifestación, no deben confundirse con las cualidades empíricas de dichos objetos. Los valores pueden ser entendidos como cualidades estructurales, que emergen no de la suma de las partes de un objeto, sino de la organización y relación entre ellas. Esta perspectiva aclara que, si bien los valores no son cualidades primarias o secundarias, poseen una existencia concreta y efectiva en el mundo, influyendo en nuestra interacción con él.

Polaridad y Jerarquía de los Valores

Una característica distintiva de los valores es su polaridad, manifestándose en pares de opuestos como positivo y negativo. Esta dualidad es intrínseca a la naturaleza de los valores y los diferencia de las cosas, que simplemente existen sin esta oposición. Además, los valores exhiben una jerarquía que establece una ordenación y una relación de preeminencia entre ellos. Comprender esta jerarquía es crucial para el análisis axiológico y su aplicación práctica en la ética y la estética, así como en la toma de decisiones cotidianas.