La Beneficencia Más Allá del Utilitarismo
Para una comprensión más completa del principio de beneficencia, es necesario considerarlo más allá del utilitarismo y desde una perspectiva ética que valora el bien en sí mismo, como lo propone la ética aristotélica. En este marco, la beneficencia se entiende como la realización de bienes específicos inherentes a una actividad. La calidad de una acción profesional, por lo tanto, no se juzga solo por el balance de beneficios y daños, sino también por su alineación con el bien intrínseco que la actividad busca alcanzar. Así, la beneficencia se convierte en un principio ético universal, aplicable a todas las profesiones.Precursores del Principio de Beneficencia en la Bioética
La conceptualización moderna del principio de beneficencia en la bioética debe mucho a los filósofos D. Ross y W. Frankena, quienes identificaron la beneficencia como uno de los deberes morales primarios. Beauchamp y Childress más tarde integraron la beneficencia en su modelo de los cuatro principios de la bioética, que también incluye la autonomía, la justicia y la no maleficencia. Este marco ético ha sido muy influyente en la bioética, aunque su interpretación y aplicación han sido objeto de debate y evolución a lo largo del tiempo.El Informe Belmont y la Evolución de la Beneficencia
El Informe Belmont, elaborado por la Comisión Nacional para la Protección de Sujetos Humanos de Investigación Biomédica y Conductual en Estados Unidos, estableció principios éticos fundamentales para la investigación con seres humanos, incluyendo la beneficencia. Este documento adoptó un enfoque consecuencialista, evaluando las acciones por sus beneficios y daños potenciales tanto para los sujetos de investigación como para la sociedad. A pesar de su inclinación utilitarista, el informe también reconoció la importancia de principios deontológicos como la autonomía y la justicia, que deben ser considerados antes de realizar un cálculo de beneficios y daños.La Beneficencia en el Contexto de la Ética Profesional
En el contexto de la ética profesional, el principio de beneficencia se manifiesta como la búsqueda de la excelencia en la práctica profesional. Esto implica que el bien primordial de cualquier profesión es la realización efectiva de su propósito fundamental. Por ejemplo, un arquitecto sobresaliente es aquel cuyo diseño proporciona un espacio habitable funcional y estético, y un médico competente es aquel que cura o alivia de manera efectiva. La beneficencia, por ende, se refleja no solo en la intención de hacer el bien, sino también en la calidad y el impacto positivo de la práctica profesional.El Bien y la Pluralidad de Fines en la Acción Humana
La concepción aristotélica del bien como el fin de una actividad ofrece una perspectiva para comprender la diversidad de bienes y fines en la acción humana. Cada actividad profesional tiene su propio bien definido por su contexto específico, y lo que es considerado bueno en una situación puede no serlo en otra. Además, los bienes y los criterios para evaluarlos varían con el tiempo y las circunstancias. En este sentido, el bien moral se distingue de los bienes premorales, ya que se refiere a acciones que contribuyen de manera significativa a la vida humana en su totalidad y que son merecedoras de reconocimiento moral.