La clasificación de suelos se basa en su resistencia y uso, desde suelos industriales hasta residenciales. Su mantenimiento varía según el material, siendo los suelos duros como el concreto y la cerámica altamente resistentes y los suelos blandos como las alfombras más susceptibles al desgaste. La limpieza adecuada es esencial para preservar la seguridad y la estética de los suelos, con métodos específicos para cada tipo de superficie.
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La capacidad de resistencia de un suelo se determina por la carga que puede soportar
La seguridad de un suelo es primordial en áreas de alto tránsito y debe cumplir con estándares estéticos
El mantenimiento y la limpieza de un suelo dependen del tipo de material y es vital conocer sus características para su adecuado cuidado
Concreto y cerámica
Los suelos duros, como el concreto y la cerámica, son altamente resistentes y requieren tratamientos para mantener su impermeabilidad
Terrazo
El terrazo es propenso a mancharse y a dañarse con ácidos, por lo que requiere cuidados específicos
Madera y corcho
Los suelos medios, como la madera y el corcho, requieren un cuidado meticuloso para prevenir daños
Goma y PVC
Los suelos blandos, como los de goma y PVC, proporcionan confort pero son más complicados de limpiar debido a su porosidad
El cristalizado es un proceso que aporta brillo y protección a los suelos duros y debe ser realizado por profesionales con equipo especializado
Para la limpieza diaria de suelos duros se recomienda el uso de una mopa húmeda y detergentes de pH neutro para evitar daños
Los suelos de terrazo, mármol y gres requieren cuidados específicos para mantener su aspecto y durabilidad
Es esencial eliminar el polvo y la suciedad de los suelos de dureza media y blanda para prevenir daños
Se deben utilizar productos de limpieza específicos para cada tipo de suelo de dureza media y blanda
Después de la limpieza, es importante asegurarse de que la superficie esté completamente seca para evitar la humedad residual