El Primer Imperio Mexicano, establecido tras la independencia de México, tuvo a Agustín de Iturbide como su primer emperador. Su gobierno, basado en el Plan de Iguala, enfrentó desafíos económicos y políticos que llevaron a su caída y la instauración de la República Federal. Este periodo marcó un cambio significativo en la historia y la extensión territorial de México.
Show More
Los Tratados de Córdoba reconocieron la soberanía de México y propusieron la instauración de una monarquía constitucional
Agustín de Iturbide
Iturbide fue proclamado emperador como Agustín I tras la firma de los Tratados de Córdoba
El Imperio incluía la mayor parte del antiguo Virreinato de Nueva España y se extendía hasta las provincias del Reino de Guatemala
El movimiento de independencia comenzó con el Grito de Dolores liderado por Miguel Hidalgo y Costilla
José María Morelos
Tras la muerte de Morelos, la resistencia continuó a través de guerrillas
Vicente Guerrero
Guerrero fue uno de los líderes más destacados en la lucha por la independencia absoluta
Iturbide, inicialmente luchó para la corona española, pero cambió de bando y negoció la independencia con los insurgentes
El gobierno de Iturbide se basó en los principios del Plan de Iguala, que promovía la independencia, la religión católica como única y la unión de españoles y criollos
Ante la falta de aceptación de la oferta por parte de los monarcas europeos, Iturbide fue proclamado emperador
Tras problemas económicos y políticos, Iturbide abdicó y se estableció la República Federal en 1824
Tras la independencia, Iturbide fue nombrado presidente de la Regencia del Imperio Mexicano
Se intentó ofrecer la corona a Fernando VII, pero su rechazo llevó a Iturbide a ser considerado para el trono
Iturbide fue coronado como emperador y se adoptó una bandera diseñada por él mismo, que incluía tres franjas verticales en colores verde, blanco y rojo, y un águila real posada sobre un nopal
Durante su existencia, el territorio del Imperio alcanzó su máxima extensión histórica, abarcando regiones que hoy forman parte de Estados Unidos y Centroamérica
La inestabilidad económica y las divisiones políticas internas precipitaron la caída del Imperio y la transición hacia la Primera República Federal de México
La Constitución Federal de 1824 marcó el comienzo de un nuevo capítulo en la historia mexicana, cerrando la era del Imperio y estableciendo las bases para el futuro desarrollo político y social del país