El Modelo Circumplejo de las Emociones

El Modelo Circumplejo de las Emociones, creado por James A. Russell, es un enfoque bidimensional para entender las emociones a través de la activación y la valencia. Este marco explica cómo las emociones se interrelacionan en un espacio circular, facilitando la comprensión de la dinámica emocional y la regulación en situaciones de crisis y en la vida cotidiana. La evolución del modelo ha permitido una clasificación más precisa de los estados afectivos y subraya la importancia de la autoeficacia en la adaptación emocional.

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Fundamentos del Modelo Circumplejo de las Emociones

El Modelo Circumplejo de las Emociones, desarrollado por el psicólogo James A. Russell en 1980, es un marco conceptual bidimensional que ha adquirido importancia en la psicología de las emociones. Este modelo postula que las emociones pueden ser comprendidas a través de dos ejes fundamentales: la activación emocional o arousal, que describe la intensidad con la que se experimenta una emoción, y la valencia, que indica si la emoción es percibida como positiva o negativa. La interacción de estas dimensiones forma un espacio circular, en el cual las emociones se disponen de manera que reflejan su similitud o diferencia con otras emociones. Este modelo es valioso tanto para especialistas en psicología como para individuos interesados en entender y manejar sus propias emociones de manera más efectiva.

Brújula antigua de mano con carcasa dorada y aguja roja y azul señalando al norte, sobre superficie de madera oscura y rodeada por piedras de colores cerca de los puntos cardinales.

Estructura y Dinámica del Modelo Circumplejo

Según el Modelo Circumplejo, las emociones se organizan mejor en un espacio circular con dimensiones bipolares, en lugar de en ejes independientes. Esto se debe a que las emociones están interrelacionadas y pueden transitar de una a otra a través de cambios en la activación y la valencia. Por ejemplo, la alegría y la tristeza se sitúan en lados opuestos del círculo, lo que indica que son emociones contrapuestas en términos de valencia y activación. Este modelo es útil para comprender cómo las personas pueden moverse entre diferentes estados emocionales en respuesta a eventos significativos, como se evidencia en las distintas reacciones emocionales de dos hermanas que enfrentan la pérdida de su hogar debido a un terremoto.

Aplicaciones del Modelo Circumplejo en Crisis

El Modelo Circumplejo tiene aplicaciones prácticas más allá de la teoría emocional, especialmente en situaciones de crisis. En el contexto de un desastre natural como un terremoto, las personas pueden experimentar un amplio espectro de emociones, desde una activación extrema con dificultad para realizar valoraciones cognitivas, hasta un estado de aceptación y planificación de acciones futuras. Este modelo facilita la identificación del estado emocional de una persona y la selección de estrategias de regulación emocional adecuadas. En momentos de alta activación y valencia negativa, como el shock inicial tras un suceso traumático, es esencial permitir la expresión emocional antes de intentar procesos cognitivos más complejos.

Regulación Emocional y el Modelo Circumplejo

El Modelo Circumplejo es particularmente relevante para la regulación emocional, ya que ofrece un marco para comprender las estrategias de regulación emocional que las personas adoptan, algunas de las cuales pueden ser inadecuadas o insuficientes. Factores como el temperamento y las experiencias previas juegan un papel crucial en cómo los individuos gestionan sus emociones. Este modelo también subraya la importancia de la autoeficacia y las expectativas positivas en la habilidad de una persona para aprender de experiencias pasadas y adaptarse de manera saludable a situaciones adversas.

Evolución y Detalles del Modelo Circumplejo

A lo largo del tiempo, el Modelo Circumplejo ha sido refinado para incluir detalles más específicos, como la distribución de estados afectivos en intervalos de 45 grados alrededor del círculo, permitiendo una representación más precisa de la experiencia emocional. Este modelo se basa en el consenso general sobre la categorización de las emociones y su clasificación, lo que refuerza su validez y utilidad práctica. Además, se sustenta en la premisa de que las emociones se organizan mejor en un espectro circular y se describen más acertadamente mediante dos dimensiones bipolares: placer-displacer y activación-desactivación. Estas dimensiones son fundamentales tanto para la descripción verbal de las emociones como para la interpretación de señales emocionales no verbales, como las expresiones faciales.

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