Patologías del Tracto Urinario

Anomalías Congénitas del Tracto Urinario Superior

Las anomalías congénitas del tracto urinario superior, que incluyen a los uréteres, son relativamente comunes, detectándose en aproximadamente el 2 al 3% de las autopsias. Estas malformaciones pueden ser asintomáticas o provocar complicaciones graves como obstrucción del flujo urinario y enfermedad renal. La obstrucción de la unión pieloureteral (UPJ) es una de las anomalías más frecuentes, afectando principalmente a varones en la infancia y siendo bilateral en el 20% de los casos. En adultos, la obstrucción de la UPJ es más común en mujeres y suele ser unilateral. Las malformaciones de la vejiga urinaria, como el reflujo vesicoureteral, los divertículos y la extrofia vesical, pueden predisponer a infecciones recurrentes del tracto urinario y a un mayor riesgo de desarrollar tumores. El reflujo vesicoureteral es particularmente significativo, ya que puede conducir a pielonefritis recurrente y a la pérdida progresiva de la función renal si no se trata adecuadamente.

Patologías Obstructivas y Tumores de los Uréteres

Los tumores primarios de los uréteres son poco comunes y pueden ser benignos, generalmente de origen mesenquimatoso, o malignos, con características histológicas similares a las de los tumores de la pelvis renal y la vejiga, siendo los carcinomas uroteliales los más frecuentes. Las obstrucciones uréterales pueden ser causadas por factores intrínsecos, como cálculos o tumores, o extrínsecos, como la compresión por estructuras adyacentes. Estas obstrucciones pueden resultar en hidrouréter, hidronefrosis y, si no se tratan, en pielonefritis. Mientras que la obstrucción unilateral a menudo se debe a cálculos o tumores, la obstrucción bilateral puede estar asociada con afecciones que afectan la salida de la vejiga, como la hiperplasia prostática benigna. La fibrosis retroperitoneal esclerosante es una entidad patológica que puede causar obstrucción uréteral bilateral al atrapar los uréteres en un proceso inflamatorio fibrótico, y en algunos casos está asociada con la enfermedad relacionada con IgG4.

Inflamación y Metaplasia de la Vejiga Urinaria

La cistitis, que es la inflamación de la vejiga, puede ser aguda o crónica y es frecuentemente causada por infecciones bacterianas, siendo Escherichia coli el patógeno más común. Factores predisponentes incluyen la presencia de cálculos vesicales, obstrucción del flujo urinario y diabetes mellitus. La cistitis también puede tener una etiología tuberculosa o fúngica, especialmente en pacientes con sistemas inmunitarios comprometidos. Las lesiones metaplásicas, como la cistitis glandular y la cistitis quística, son cambios en el urotelio que pueden ser precursores de adenocarcinoma. La metaplasia escamosa, que puede ocurrir en respuesta a irritación crónica, como la causada por la esquistosomiasis vesical, puede ser precursora de lesiones displásicas y carcinoma de células escamosas.

Neoplasias de la Vejiga Urinaria

El cáncer de vejiga es uno de los cánceres más comunes, con las neoplasias uroteliales representando aproximadamente el 90% de todos los tumores vesicales. Estas neoplasias pueden ser benignas o malignas y a menudo presentan un comportamiento multifocal. Las lesiones precursoras incluyen tumores papilares no invasivos y carcinoma in situ (CIS), que es un carcinoma urotelial plano no invasivo. Aunque menos comunes, las neoplasias escamosas y glandulares también pueden desarrollarse en la vejiga. La detección temprana mediante citoscopia y análisis de orina, junto con un tratamiento adecuado, son fundamentales para el manejo efectivo del cáncer de vejiga y para mejorar el pronóstico del paciente.