La reforma educativa transformó la formación continua de docentes, enfocándose en el desarrollo profesional y la evaluación objetiva del magisterio. Se fortaleció la equidad e inclusión educativa, reestructurando el financiamiento y otorgando autonomía escolar para una gestión eficaz de recursos.
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Los docentes tenían una oferta limitada de cursos autorizados por las autoridades educativas
Los cursos no siempre se alineaban con las necesidades y demandas de los docentes
Los docentes tenían poca capacidad para elegir programas de formación que fueran de su interés y aplicables a su contexto educativo
La reforma destaca la importancia del desarrollo profesional continuo de los docentes
La reforma prohíbe la imposición de cursos que no se alineen con las necesidades prácticas y profesionales de los docentes
La reforma promueve un modelo de formación continua centrado en la escuela y en la excelencia del desempeño docente
Antes de la reforma, la SEP era la única responsable de evaluar el sistema educativo
El INEE fue creado en 2002 para apoyar en las evaluaciones, pero necesitaba mayor autonomía y fortaleza
La reforma confiere al INEE la responsabilidad de evaluar la calidad, desempeño y resultados de la educación, así como de generar información relevante para la mejora continua
La reforma reconoce la evaluación como un medio crucial para mejorar la calidad de la educación
El sistema tiene como objetivo mejorar los procesos y resultados educativos, identificar problemas y proveer datos para la toma de decisiones informadas
El INEE coordina el sistema para garantizar la calidad de los servicios educativos ofrecidos