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El Neoclasicismo y el Romanticismo son movimientos que marcaron la historia cultural de España. Con figuras como Benito Jerónimo Feijoo y José Cadalso, el Neoclasicismo promovió la razón y la moralidad. La poesía anacreóntica y el teatro de Moratín reflejaron estos ideales. Posteriormente, el Romanticismo, con poetas como Espronceda, introdujo la subjetividad y la libertad expresiva, mientras que el Posromanticismo, con Bécquer y Rosalía de Castro, trajo una poesía más íntima.
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El Neoclasicismo fue un movimiento artístico y literario que se alineaba con los ideales de la Ilustración, caracterizado por su admiración hacia la antigüedad clásica y el Renacimiento
Flexibilidad y estructura del ensayo
El ensayo se destacó por su flexibilidad en cuanto a longitud y estructura, tratando temas de relevancia social y empleando un lenguaje directo y preciso
Obras de Benito Jerónimo Feijoo
Feijoo, fraile y catedrático, fue una figura prominente en el ensayo neoclásico con sus obras "Teatro crítico universal" y "Cartas eruditas y curiosas", que promovían el conocimiento basado en la razón y la experiencia
La novela neoclásica se mantuvo en la tradición picaresca o con un enfoque didáctico, destacándose la obra "Cartas marruecas" de José Cadalso, que reflejaba el desencanto y la crítica social de la época
El Romanticismo en España, iniciado en la década de 1830, se caracterizó por su subjetivismo, evocando tiempos pasados y otorgando importancia al paisaje como reflejo de los sentimientos
La poesía romántica se destacó por su subjetivismo y libertad expresiva, con poetas como Espronceda que introdujeron una nueva visión de la poesía, reflejando experiencias personales y críticas sociales
Gustavo Adolfo Bécquer
Bécquer, con su intimismo y lenguaje sencillo, se convirtió en un modelo para futuros autores del Posromanticismo
Rosalía de Castro
Rosalía de Castro destacó por su conexión con su tierra natal y el uso de la lengua vernácula en obras como "Cantares gallegos", que reflejaban la identidad y el espíritu de Galicia
El teatro neoclásico se enfocó en la comedia de costumbres, con Moratín como reformador destacado y su obra "El sí de las niñas" que abordaba temas como el matrimonio concertado y la educación de los jóvenes
El teatro romántico rompió con las convenciones neoclásicas, mezclando lo trágico y lo cómico, y destacando la obra de Zorrilla "Don Juan Tenorio" que exploraba temas como la libertad y el amor redentor