La diversidad y la inclusión son fundamentales para la justicia social y la construcción de comunidades equitativas. Este enfoque aborda la discriminación en todas sus formas, incluyendo la interseccionalidad de la opresión, y destaca la necesidad de políticas integrales que promuevan tanto la redistribución de recursos como el cambio cultural para erradicar prejuicios y estereotipos.
Mostrar más
La diversidad abarca una variedad de diferencias entre las personas
La aceptación superficial de la diversidad cultural que no cuestiona las estructuras de poder predominantes
Es crucial entender la diversidad en el contexto de las dinámicas de poder y discriminación que perpetúan desigualdades y mantienen ciertos privilegios
La inclusión se enfoca en la formación de comunidades que comparten los riesgos y desafíos de la vida
El Estado juega un papel vital en la promoción de la inclusión y la equidad
La justicia social busca reformar las normas culturales y económicas que perpetúan la desventaja y limitan la participación equitativa en la sociedad
La discriminación es una manifestación de injusticias sociales que afectan tanto el ámbito material como el simbólico
La discriminación puede ser racial, de género, de clase, de edad, entre otras
La discriminación se manifiesta en la exclusión y devaluación en la vida cotidiana, pudiendo escalar a actos de violencia directa
La discriminación interseccional reconoce que diferentes formas de opresión pueden interactuar y exacerbar la experiencia de discriminación de un individuo
Una mujer lesbiana de clase baja y migrante puede enfrentar mayores niveles de violencia y exclusión que una mujer lesbiana de clase alta y con educación
Las políticas deben ser integrales, enfocándose tanto en la redistribución de recursos como en el cambio cultural necesario para erradicar prejuicios y estereotipos arraigados