El tejido óseo, esencial para la estructura y protección del cuerpo humano, se compone de células óseas y una matriz rica en minerales. Se clasifica en compacto y trabecular, adaptándose a las fuerzas mecánicas y facilitando el recambio de minerales. El periostio y el endostio son cruciales en la reparación y nutrición ósea.
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El tejido óseo compacto se encuentra en la diáfisis de los huesos largos y se caracteriza por su estructura densa y homogénea
El tejido óseo trabecular se compone de una red de trabéculas que forman una estructura porosa y se localiza principalmente en las epífisis de los huesos largos y en el interior de los huesos planos
La médula ósea, que se encuentra en los espacios entre las trabéculas, es responsable de la producción de células sanguíneas
Las osteonas son unidades estructurales cilíndricas compuestas por laminillas concéntricas de matriz ósea alrededor de un conducto central que alberga vasos sanguíneos y nervios
Los osteocitos, células óseas maduras, residen en cavidades llamadas lagunas y se comunican entre sí y con los vasos sanguíneos a través de finos canales llamados canalículos
Las laminillas intersticiales son restos de sistemas de Havers antiguos, mientras que las laminillas circunferenciales externas e internas se encuentran junto al periostio y al endostio, respectivamente
El tejido óseo trabecular se caracteriza por su arquitectura en forma de una red tridimensional de trabéculas que se adaptan a las líneas de tensión y compresión
La nutrición de los osteocitos en el tejido trabecular se realiza por difusión a través del líquido extracelular desde la superficie de las trabéculas, que está en contacto directo con la médula ósea
El tejido óseo trabecular es importante en la absorción de impactos y en la eficiencia del metabolismo óseo, ya que facilita el rápido recambio de minerales y células óseas
El periostio es una membrana de tejido conectivo que envuelve la superficie externa de los huesos y tiene funciones de resistencia, anclaje, nutrición y sensibilidad
El endostio reviste las cavidades internas del hueso y también participa en la formación y remodelación ósea
En caso de lesión, como una fractura, el periostio y el endostio son fundamentales para la activación de células osteoprogenitoras y osteoblastos, iniciando el proceso de reparación ósea