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La Revolución Industrial en Inglaterra marcó un cambio significativo en la historia económica mundial. Originada por una serie de transformaciones en la agricultura, la industria textil y la consolidación de la propiedad privada, esta revolución fue también influenciada por el puritanismo y cambios políticos importantes. Avances en navegación y derechos comerciales, junto con la adopción de mejoras técnicas en la producción textil, prepararon el terreno para un crecimiento económico sin precedentes y el liderazgo inglés en la industrialización global.
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La economía inglesa antes del siglo XIV estaba dominada por la relación entre señores y siervos
Disminución de la población campesina
La peste negra provocó una disminución drástica en la población campesina, lo que alteró la dinámica económica
Incremento del poder de negociación de los campesinos
La disminución de la población campesina les otorgó un mayor poder de negociación en la relación con los señores
Sustitución del trabajo servil por rentas monetarias
La disminución de la población campesina llevó a la sustitución del trabajo servil por rentas monetarias como forma de pago
Los campesinos más emprendedores pudieron incrementar sus ingresos y adquirir más tierras, mientras que los menos exitosos se vieron forzados a vender las suyas
La disminución de la mano de obra tras la peste negra incentivó a los señores a convertir sus tierras en pastizales para la cría de ovejas
La conversión de tierras en pastizales provocó una sobreproducción de lana, lo que estimuló el desarrollo de una industria textil local
La actividad textil se convirtió en una fuente de ingresos para los agricultores, creando una interdependencia entre ambos sectores
La industria textil, junto con la metalurgia y la minería, impulsó el comercio y fortaleció a las clases medias urbanas
Los cercamientos de tierras comunales promovieron la extensión y concentración de la propiedad privada en manos de pocos, lo que fomentó la adopción de mejoras técnicas y un aumento en la productividad
El fortalecimiento del concepto de propiedad privada benefició a los emprendedores y a la nobleza, en detrimento de los pequeños campesinos que perdían sus medios de subsistencia
El puritanismo incentivó el ahorro, la inversión y la iniciativa empresarial en Inglaterra, al considerar la acumulación de riqueza como una señal de gracia divina
La Revolución Inglesa favoreció los intereses comerciales y manufactureros, acelerando los cambios socioeconómicos
Las leyes aprobadas durante este periodo promovieron el desarrollo económico, intensificaron los procesos de cercamiento y apoyaron a los empresarios agrícolas y comerciantes
Las Actas de Navegación y una política colonial agresiva otorgaron a los barcos ingleses el control sobre los mares y las rutas comerciales, fortaleciendo la economía inglesa
La creación del Banco de Inglaterra y la victoria en la Guerra de Sucesión Española consolidaron la supremacía marítima y comercial de Inglaterra, proporcionando las condiciones necesarias para el florecimiento de la Revolución Industrial