La personalidad humana se compone de niveles jerárquicos que incluyen el subconsciente, el afectivo-tendencial y el racional-volitivo. Estos niveles deben integrarse para el desarrollo de una personalidad madura. La madurez psicológica enfrenta desafíos como la tensión entre tendencias biológicas y aspiraciones, y la autenticidad es clave para una personalidad coherente y madura. Los valores de funcionamiento son esenciales para un comportamiento adecuado y equilibrio psicológico.
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La personalidad humana está estructurada en tres niveles jerárquicos: subconsciente, afectivo-tendencial y racional-volitivo
Subconsciente
El nivel subconsciente juega un papel importante en el desarrollo de la personalidad, aunque no es capaz de integrar los otros niveles
Afectivo-tendencial
El nivel afectivo-tendencial es esencial para el desarrollo de una personalidad madura, ya que guía las emociones y aspiraciones de la persona
Racional-volitivo
El nivel racional-volitivo es el más importante, ya que tiene la capacidad de organizar e integrar los otros niveles de la personalidad
El nivel racional-volitivo permite a la persona comprender su relación con el mundo y coordinar las dinámicas internas de su ser, facilitando la creación y realización de un proyecto de vida coherente
Durante el proceso de desarrollo, pueden surgir tensiones entre los niveles de la personalidad que son normales y pueden ser constructivas
Una integración deficiente de los niveles de la personalidad puede comprometer la madurez psicológica de la persona
Acentuación desproporcionada de un nivel
Una acentuación desproporcionada de un nivel puede llevar a trastornos psicológicos
Disociación entre niveles
La disociación entre niveles puede resultar en la represión de impulsos y emociones
Vivir de manera inauténtica
La inautenticidad ocurre cuando hay una discrepancia entre los deseos y pensamientos conscientes de una persona y sus experiencias reales
La inautenticidad surge de la falta de autoaceptación y la presión por cumplir con expectativas externas
La autenticidad implica vivir de acuerdo con los propios valores y deseos, siendo libre y responsable de las propias acciones y abierto a experiencias que reflejen el verdadero ser de la persona
La inautenticidad impide que una persona responda genuinamente a las situaciones o a su propia autoimagen, mientras que la autenticidad permite una respuesta coherente con los valores y deseos personales
Algunos psicólogos cuestionan el término "madurez psíquica" por su posible connotación con valores subjetivos
La madurez psíquica no se limita a un comportamiento estadísticamente prevalente, sino que implica un equilibrio psicológico y un comportamiento adecuado en diversas situaciones de la vida
La psicología puede establecer la relación entre valores de contenido y madurez psíquica, examinando cómo ciertos valores pueden estar asociados con la madurez