Los órganos linfoides secundarios, como los ganglios linfáticos, el bazo y las placas de Peyer, son vitales para la inmunidad. Filtran linfa y sangre, presentan antígenos a linfocitos y generan células de memoria. Su estructura organizada permite la activación eficiente de linfocitos T y B, esencial para combatir infecciones y mantener la salud inmunológica. Además, los órganos linfoides terciarios emergen en respuesta a inflamaciones crónicas, jugando un rol en enfermedades autoinmunes y rechazo de trasplantes.
Mostrar más
Los órganos linfoides secundarios proporcionan un entorno especializado para la interacción entre linfocitos vírgenes y antígenos
Los órganos linfoides secundarios facilitan la presentación de antígenos y la activación de linfocitos, fundamentales para la respuesta inmune adaptativa
Los órganos linfoides secundarios son el escenario de la formación y mantenimiento de células de memoria inmunológica, proporcionando protección contra reinfecciones
Los órganos linfoides secundarios presentan una estructura altamente organizada y compartimentada para recolectar y presentar antígenos de distintas fuentes
Los órganos linfoides secundarios comparten características estructurales como vías de entrada y salida para antígenos y linfocitos, y zonas específicas para la activación y proliferación de células inmunitarias
Los folículos linfoides y las zonas T son cruciales para la activación y proliferación de células inmunitarias en los órganos linfoides secundarios
Los ganglios linfáticos son esenciales para filtrar la linfa y activar la respuesta inmune
El bazo cumple un papel dual en la filtración de la sangre y la activación inmune
Las placas de Peyer y los tejidos linfoides difusos son fundamentales para la vigilancia intestinal y la inmunidad mucosal
Los órganos linfoides terciarios se forman en respuesta a la inflamación crónica y juegan un papel en la respuesta inmune localizada y continua